El servicio de Urgencias del Hospital Infanta Elena ha puesto en marcha un nuevo protocolo de asistencia sanitaria con el que se pretende avanzar en el diagnóstico precoz del VIH, teniendo en cuenta que alrededor del 18% de los pacientes afectados en nuestro país no lo sabe y, por lo tanto, ni recibe tratamiento ni mantiene las medidas necesarias para evitar el contagio a otras personas. Incorporar al área de Urgencias en esta estrategia de cribado por sospecha de VIH oculto supone una baza fundamental para mejorar las tasas de diagnóstico precoz ya que, en muchas ocasiones, supone la única relación de algunos perfiles de pacientes con el sistema sanitario.
Con esta intención se ha implantado este nuevo protocolo, elaborado a partir del trabajo conjunto de la Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES) y varios servicios de enfermedades infecciosas y de urgencias de hospitales españoles, entre ellos el Infanta Elena. El documento, de ámbito nacional, pretende dar soporte a los médicos de urgencias en la toma de decisiones y ofrecer una base razonable y consensuada a nivel nacional que, desde el punto de vista clínico, organizativo y de eficiencia, ayude a promover el cribado del VIH y la derivación de los pacientes al especialista adecuado para su tratamiento y seguimiento posterior.
Un programa de atención que ya se encuentra en funcionamiento en el Infanta Elena desde hace varias semanas y que ha permitido realizar, con el consentimiento expreso del paciente, más de una treintena de pruebas de detección y diagnosticar a un nuevo paciente que ha sido citado ya por la Unidad de Enfermedad Infecciosas del centro hospitalario para la implantación de su tratamiento y posterior seguimiento. No hay que olvidar que con cada paciente diagnosticado, se evita que entre 2 y 4 personas más puedan contagiarse.
La infección por VIH sigue sin estar controlada a nivel mundial y los datos advierten de que casi la mitad de los nuevos diagnósticos que se producen en España se realizan de forma tardía, con las consecuencias que esto tiene para el paciente, en cuanto a peor pronóstico y una mayor pérdida de calidad de vida y su repercusión en el ámbito de la salud pública, al propiciar la propagación de la enfermedad.
Es por ello que resulta tan importante incorporar al mayor número de agentes en la búsqueda activa de casos, mucho más cuando se trata de servicios de urgencias, ya que más de un tercio de las oportunidades de diagnósticos perdidas durante todo el proceso de atención sanitaria se produce en la atención urgente. Establecer nuevas dinámicas de trabajo, tanto en este tipo de asistencia como en el ámbito de la atención primaria son objetivos prioritarios para las autoridades sanitarias.
Precisamente la estrategia de implantación de este protocolo en el área de urgencias del Hospital Infanta Elena, los circuitos de trabajo establecidos con otras unidades del centro para su consecución y la experiencia recogida en estas semanas se está presentando estos días en diferentes reuniones formativas organizadas por la SEMES en varios puntos del país, con el fin de extender esta iniciativa al mayor número posible de centros hospitalarios, en un esfuerzo común por sacar a la luz el mayor número posible de personas afectadas.
Las recomendaciones recogidas en el protocolo establecen la realización de la prueba en el caso de pacientes que presenten determinadas situaciones clínicas, que han sido seleccionadas por su elevada prevalencia en pacientes VIH positivos y atendiendo también a la alta frecuencia con la que son atendidos en los servicios de urgencias. De esta forma, el programa de cribado tiene en cuenta de forma especial a las personas que acuden por infecciones de transmisión sexual, herpes zoster, profilaxis post exposición al virus, neumonía adquirida en la comunidad y síndrome mononucleósico, además de aquellas que refieren la práctica del chemsex, cada vez más extendido en el país.
El procedimiento, elaborado por profesionales con amplia experiencia en este tipo de asistencia, recoge las indicaciones sobre el tipo de pruebas a solicitar en estos pacientes, el proceso de derivación y las herramientas necesarias para ayudar a los médicos de urgencias en la toma de decisiones, con el fin de evitar la pérdida de pacientes potencialmente susceptibles de tener una infección por VIH.
La implantación de este nuevo protocolo no solo implica la participación de los profesionales del área de Urgencias, sino que requiere de la colaboración y compromiso de otros servicios hospitalarios, como el laboratorio de Análisis Clínico y la Unidad de Enfermedades Infecciosas del centro, que han trabajado conjuntamente con el fin de ofrecer una repuesta coordinada y eficaz a este problema.
Esta nueva iniciativa se enmarca en el programa de atención al paciente con VIH con la que cuenta el Hospital Infanta Elena desde hace años y que presenta una larga trayectoria en la búsqueda activa, atención y seguimiento de los pacientes con VIH. Precisamente por ello, su Unidad de Enfermedades Infecciosas ha recibido varios premios por parte de la Junta de Andalucía y del Ministerio del Interior, que han tenido en cuenta la preocupación de los especialistas por controlar todos los pasos del proceso de atención al paciente, avanzando no solo en la detección precoz, sino también en la imprescindible adherencia del paciente al tratamiento y el seguimiento por parte del equipo médico, capaz de adaptar la medicación a la carga viral que el paciente vaya presentando en cada momento.
Para mantener ese control y contribuir también en la detección del VIH de manera precoz se llevan a cabo en los Laboratorios del Hospital Infanta Elena alrededor de 3.100 pruebas anuales, de las casi un millar se destinan al seguimiento de los pacientes afectados. El Servicio de Farmacia del centro hospitalario cuenta, por su parte, con un sistema de alarma que avisa cuando los pacientes no recogen su medicación en tiempo y forma adecuados para su efectividad. Además, un procedimiento de control de las citas por parte de la Unidad de Enfermedades Infecciosas complementa este sistema de vigilancia, que permite a los especialistas detectar quien no está realizando correctamente el tratamiento y poniendo de esa forma en riesgo su vida y aumentado el riesgo de contagio hacia otras personas.
Además el Hospital Infanta Elena ha venido manteniendo durante los últimos años una amplia colaboración con diferentes asociaciones y ONGs como Cruz Roja Huelva, “Mujeres en Zona de Conflicto”, Huelva Acoge, ACCEM y Fundación Cepaim, entre otras, con las que mantiene, entre otras colaboraciones, un programa de cribado de VIH y otras enfermedades infectocontagiosas, con el fin de facilitar el acceso de ciertos grupos de población más vulnerable a la atención sanitaria, sobre todo la atención de este tipo de patologías, que requieren de un abordaje más continuado por su salud y la de todos.