Un total de 131 pacientes con patologías oncológicas o de carácter urgente han sido intervenidos en los quirófanos del Hospital Infanta Elena con total seguridad entre el 16 de marzo y el 5 de mayo de este año, es decir, durante la pandemia de COVID-19. Unos resultados que han sido posibles gracias a la puesta en marcha de circuitos diferenciados para garantizar la actividad quirúrgica en crisis con plenas garantías para pacientes y profesionales. De ellos, 72 pacientes han necesitado cirugías complejas por cáncer o bien por algún problema de salud que no admitía demora y 59 han sido cirugías graves urgentes.
El reto de los servicios quirúrgicos ha sido mantener la actividad básica y vital en estos días, teniendo en cuenta que en todos los casos se han tratado de intervenciones que no podían demorarse, bien por tratarse de patología oncológica, en la que el tiempo juega en contra del paciente y puede suponer un cambio en el pronóstico de curación o recuperación, o bien porque implican a problemas de salud que requieren de un abordaje quirúrgico urgente por encontrarse en riesgo la vida del paciente o un agravamiento muy importante de la calidad de vida del mismo.
Para garantizar la seguridad y evitar el riesgo de contagio, ha sido necesaria la puesta en marcha de ciertas medidas de seguridad que han liderado desde el servicio de Bloque Quirúrgico, con la implicación de todos los servicios de apoyo clínico y no clínico del centro hospitalario y de las unidades quirúrgicas, que son las que han llevado a cabo las intervenciones. Una labor de coordinación entre equipos de trabajo y profesionales que ha permitido llevar a cabo esta actividad asistencial con plenas garantías.