El próximo 8 de noviembre es el día de la Iglesia Diocesana y el obispo de Huelva, Santiago Gómez, ha expresado su deseo de que “la distancia social no implique una distancia del corazón”, para lo que ha llamado a quienes forman la Iglesia de Huelva a que “tengamos prudencia para acoger las recomendaciones sanitarias que nos hacen las autoridades, pero decididos y creativos porque la Iglesia no puede vivir sin la Eucaristía y tiene que seguir con su actividad catequética anunciando el evangelio”. Además, ha señalado que “debemos cuidar la caridad en la comunidad cristiana, atendiendo a los más necesitados y a los que lo están pasando peor en esta crisis”.
Así se pronuncia a pocos días de cumplir –el 2 de noviembre- sus 100 primeros días como Obispo de Huelva, desde que tomara posesión en la Santa Iglesia Catedral, el pasado 25 de julio. Precisamente, de este tiempo transcurrido destaca que “ha sido una inmersión en la vida de la Iglesia y en la sociedad de Huelva”. Durante estos meses se ha reunido con casi todas las autoridades de la provincia, experimentando una buena acogida. Asimismo, apunta, “he recorrido la diócesis de norte a sur y de este a oeste con motivo de las confirmaciones y otros encuentros y, aunque con restricciones en las convocatorias por las circunstancias sanitarias, está siendo una experiencia de entrañamiento con esta Iglesia particular de Huelva”.
En estos días desde el inicio de su pontificado en Huelva el Obispo se ha acercado a diferentes realidades de la diócesis, mediante celebraciones y encuentros que le han permitido conocer muchas realidades e iniciativas pastorales. Además, durante el verano recorrió todos los arciprestazgos en un primer intercambio de inquietudes con los sacerdotes de la diócesis.
En cuanto a la realidad de la provincia, D. Santiago Gómez se ha mostrado cerca de los colectivos más vulnerables, como fue el caso de las palabras que dirigió a los afectados por el incendio forestal de Almonaster la Real, a finales del pasado mes de agosto, para los que pidió oración y solidaridad.
Así ha sido también la visita al asentamiento de ‘Las Madres’, en Moguer, un gesto que guarda relación con la carta que publicó la pasada semana para animar a la lectura y profundización de la última encíclica del papa Francisco, “Fratelli Tutti”, en la cual reclamó atención para la situación que viven los inmigrantes en los asentamientos de la provincia.
En esta carta, titulada “Llamados a ser testigos e instrumentos de fraternidad y amistad social” invitaba, además, a encontrar “respuestas creativas para fortalecer y ampliar la fraternidad entre nosotros, abriendo nuestro corazón y nuestra vida a quienes aún experimentamos como extraños” y llamaba a los cristianos de Huelva a ser “verdaderos agentes de amistad social a través de nuestra presencia pública” y a empeñarse “en la fraternidad eclesial” y “en redescubrir la espiritualidad de la comunión”.