La Consejería de Agricultura de la Junta y el sector aceitero ha mantenido una reunión para analizar la situación del colectivo dentro de la crisis del coronavirus.
Una de las primeras conclusiones que se extraen de esta toma de contacto es que esta situación no ha hecho repuntar los precios del aceite de oliva, un sector que arrancó 2020 con manifestaciones de protesta por la bajada de beneficios por sus cultivos, que en algunos casos han vendido por debajo de los costes de producción.
Es decir, los precios se han estabilizado a la baja. Por ello, ambos sectores consideran imprescindible explorar los mecanismos de autorregulación para que el olivar recupere su fortaleza (extensión de norma, reducción de ofertas…) y, del mismo modo, modificar las condiciones del mecanismo de almacenamiento privado contemplado en la Organización Común de Mercados (OCM).
Ambas partes coinciden también en la necesidad de reclamar al Gobierno de España y a la Unión Europa una “ofensiva contundente frente a los injustos aranceles” dada la transcendencia de este cultivo en toda la comunidad andaluza y la incidencia directa en las exportaciones.
El aceite de oliva tiene una notable importancia en la agricultura de localidades como Beas, Gibraleón y otras de la provincia.