La diputada provincial por el PSOE de Huelva Pepa González Bayo ha denunciado que el presidente de la Junta de Andalucía, Moreno Bonilla, ha dejado sin ayudas públicas a la gran mayoría de asociaciones de mujeres que han solicitado fondos para su funcionamiento y actividades, “lo que vuelve a poner sobre la mesa y demostrar lo poco que apuesta por la igualdad”.
“Una vez más, -ha reseñado Pepa González Bayo- el Gobierno andaluz del PP ha resuelto las ayudas para asociaciones de mujeres dejando fuera a la gran mayoría de entidades”. Además de impedir su implicación real en la vida pública con la práctica paralización del Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres.
Por ello, la diputada provincial socialista ha apelado a Moreno Bonilla a que “rectifique y apoye de verdad a estos colectivos garantizando su financiación y el mantenimiento de sus actividades en favor de la igualdad, si es que realmente cree y apuesta por ella en todos los ámbitos”.
“Porque la realidad que nos encontramos con esta cuestión es que las asociaciones de mujeres no cuentan para Moreno Bonilla, ya que les niega el pan y la sal, y unas ayudas que son imprescindibles para que estas organizaciones desarrollen programas de igualdad y contra la violencia de género”, ha subrayado Pepa González Bayo.
Para la socialista, “esto es un ejemplo más de que Moreno Bonilla no cree en el asociacionismo de las mujeres y, además, desprecia al Consejo Andaluz de Participación de las Mujeres, que él mismo preside. El presidente de la Junta y el PP tienen que respaldar a las asociaciones de mujeres económicamente y con hechos”.
Pepa González Bayo ha indicado que “este tipo de decisiones deja patente que Moreno Bonilla manosea la igualdad cuando la utiliza a su antojo e intenta trasladar que tiene un gobierno que equipara en condiciones a todos y cada uno de los ciudadanos y ciudadanas cuando, al mismo tiempo, se atreve a desmantelar todos los servicios públicos que permiten que haya corresponsabilidad y conciliación en la vida laboral y familiar; que permiten que las mujeres tengamos una salud pública de calidad o que permiten, también, que las jóvenes se puedan educar en igualdad”.
“Todo ese desmantelamiento tiene solo un nombre y es querer seguir a pie juntillas el discurso de la ultraderecha, que le lleva, incluso, a seguir manteniendo el teléfono de violencia intrafamiliar, que apenas recibe llamadas”, ha dicho.