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El Parque Nacional de Doñana ha sido testigo de la plantación de un total de 1.000 árboles. Se trata de un proyecto de reforestación llevado a cabo por miembros de la Comisión Europea y un amplio conjunto de voluntarios y miembros de WWF, que pretenden recuperar el valor medioambiental del Parque Natural, tras el incendio de 2017.
Este proyecto de reforestación tiene el objetivo de dotar al Parque Nacional de Doñana de una mayor diversidad vegetal. Entre las especies plantadas esta mañana, se encuentran las que pertenecen al género de acompañamiento. Destacan el pino, el alcornoque o el mirto.
Se tratan de un conjunto de árboles que se enmarcan dentro de las especies propias de la vegetación autóctona y que corresponden al bosque mediterráneo.
Hace apenas unos meses se cumplían dos años desde que las llamas del incendio de las Peñuelas, se quedaran prácticamente a las Puertas de este paraje natural.
Hoy, el verde inunda de nuevo cada rincón del Parque Nacional de Doñana.
El pulmón verde andaluz, se recupera poco a poco de una herida que cicatriza gracias al trabajo de todos.
