Los devotos de la Cruz de Arriba de Rociana vivieron el pasado sábado una intensa jornada festiva en la que los sentimientos encontrados fueron el ingrediente principal: la alegría por celebrar el romerito contrastaba con la tristeza de saber que tras finalizar, acabarían también las fiestas de este año.
Una jornada que comenzaba a primera hora del día, cuando la Agrupación Musical Cristo de la Buena Muerte de Ayamonte salía desde la ermita para recoger a los hermanos mayores, Manuel y Elisa Betanzos.
De vuelta al punto de partida, el Niño del Romero abría el recorrido al que se unirían cientos de romero acompañando a la carreta que porta el estandarte al son del tamboril y la gaita. No faltaban tampoco la Romera Mayor y las romeras de honor de este año que acompañaban la carreta montadas en manola.
Tras recorrer diversas calles de la localidad, la comitiva se dirigió hacia el paraje conocido como Pino Cáceres donde tendría lugar el romerito.
La música que es un ingrediente esencial en las fiestas cruceras de rociana, también ha tenido representación local, ya que fue la Agrupación Musical Cristo del Amor, recién creada en Rociana, la que acompañó a la comitiva a su regreso al núcleo urbano.
Ya de vuelta en la ermita tuvo lugar el tradicional intercambio de varas entre los hermanos mayores salientes y entrantes y la ofrenda a la Cruz del Niño del Romero.