La Hermandad Matriz de Nuestra Señora del Rocío de Almonte ha presentado la colgadura y la pulsera conmemorativas del Rocío de Esperanza en el patio de la Casa Hermandad.
Dos elementos que llevan a gala y pretenden representar el sentimiento que desde la propia hermandad quieren dibujar en un segundo año, donde la romería vuelve a enmudecer a consecuencia de la COVID-19.
Se trata de una obra diseñada por José Manuel Peña, quien también será el encargado de realizar el cartel anunciador de Pentecostés.
Concretamente, la colgadura que ha sido realizada con lápices acuarelables, tempera y acrílico sobre papel caballo se caracteriza por fundir en un mismo rostro los dos semblantes de la Patrona de Almonte, por un lado el de Reina y por el otro el de Pastora.
En definitiva, un elemento que pretende anunciar la esperanza de volver a vivir los momentos que quedan plasmados en el corazón de todos los rocieros.
El anhelo de una aldea llena de gente, un millón de vivas a la Patrona de Almonte, un juego de volantes y botas, y el polvo de un camino que surcan y marcan el sendero hasta los pies de la Virgen del Rocío.