El sector pesquero centra sus expectativas a corto plazo en la inminente apertura del canal Horeca, que potenciará la venta de mariscos y pescados ‘Premium’, y la flexibilización de los expedientes de regulación temporal de empleo (ERTE) más allá del estado de alarma, para que el rescate de los trabajadores se produzca progresivamente y conforme se vayan recuperando los niveles de actividad tanto en el mar como en los mercados y tiendas minoristas.
Los responsables del comité de crisis del sector, integrado por la Confederación Española de Pesca (Cepesca), la Federación Nacional de Asociaciones Provinciales de Empresarios Detallistas de Pescados y Productos Congelados (Fedepesca) y la Federación Nacional de Cofradías de Pescadores (FNCP), consideran que solo garantizando la flexibilidad laboral se podrá proteger tanto el futuro de las empresas de la cadena como el de sus trabajadores.
El inicio del plan de desescalada decretado por el Gobierno ha coincidido con un “brusco” descenso del precio de la merluza, el gallo o el rape en primera venta, que en las grandes superficies no se está trasladando al precio de comercialización al público.
“Esta caída de precios responde en gran medida a la entrada en España de pescado procedente de Irlanda y Escocia, cuyo destino habitual es Francia, país que durante la pandemia está dando prioridad a su producto nacional”, ha indicado el comité del crisis del sector.
En este contexto, ha animado a los consumidores y a las empresas de distribución a apoyar las flotas españolas comprando pescado capturado por buques españoles, legal, sostenible y saludable.
Por otro lado, según ha explicado, el problema más acuciante del sector, en los buques de pesca de altura que trabajan en aguas de terceros países y alta mar, sigue siendo el relevo de las tripulaciones, debido a las dificultades a la hora de enviar y recoger tripulantes por avión a los aeropuertos de los terceros países que también han declarado el estado de alarma.
En este sentido, el sector ha agradecido a la Secretaría General de Pesca las gestiones que está realizando con el Ministerio de Asuntos Exteriores para facilitar los relevos. A estos problemas se suman las dificultades que sigue teniendo el sector para acceder a los test serológicos de detección del Covid-19.
En lo que se refiere a los minoristas, una de sus principales preocupaciones es la ausencia de ayudas oficiales a aquellas empresas -pymes y autónomos en buena parte- cuyas pérdidas no alcancen el 75% de la facturación.
“Muchas de estas empresas registran caídas de ventas de entre el 30% y ese 75% límite, con lo que pierden su rentabilidad, y tienen que seguir pagando sus cuotas de autónomos”, ha indicado el comité de crisis.