El sector pesquero de Andalucía se prepara en Barbate para mantener una reunión que tiene concertada con la secretaria general de Pesca el próximo día 2 de septiembre.
En concreto, el próximo encuentro tendrá lugar en Isla Cristina donde aprovecharán para volver a reclamar la necesidad de llevar a cabo «medidas urgentes» ante la «inviabilidad» de la actividad pesquera.
Así lo confirman las federaciones FAAPE, FACOPE y ANDMUPES del sector pesquero andaluz, que han explicado que la situación se ha trasladado «en reiteradas ocasiones» al Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, «obteniendo por respuesta el silencio», lamentan.
Entre las reclamaciones se encuentra la petición de revisión y actualización del Plan de Gestión del Golfo de Cádiz, que data del año 2016, con dos leves modificaciones en el año 2018, que se encuentra «obsoleto y no va acorde con las nuevas políticas Europeas, ni con la nueva situación del Caladero».
El sector asegura que están sufriendo «las consecuencias del cambio climático, la presencia de algas invasoras, el bajo precio del pescado» debido «a la competencia desleal del pescado proveniente de otros países, en condiciones menos óptimas que el producto nacional, el reparto de cuotas bianuales con unos criterios que no tienen en cuenta la situación socioeconómica de las empresas pesqueras».
Una situación que aprovechan para denunciar que está dejando «sin relevo generacional» a la actividad, lo que se suma a la preocupación del sector pesquero andaluz «por el sobre pasamiento de capturas de sardina ibérica, que se ha realizado en el Cantábrico y que pueden traer como consecuencia penalizaciones desde Europa, una reducción que puede afectar a todos, incluso a los andaluces que han cumplido con sus cuotas».
Ante esta problemática, las federaciones avanzan que en la reunión con la secretaria general de Pesca se van a plantear «dudas importantes para la continuidad de la actividad pesquera», al mismo tiempo que se le van a realizar «propuestas de futuro que puedan dar algún sentido a la actividad».
Una de las propuestas será defender en Europa «una línea de ayuda destinada a la paralización definitiva como alternativa a una salida digna a aquellas embarcaciones que ha superado la capacidad de endeudamiento, y que no encuentran personal para equipar sus barcos, y no dejar que mueran agónicamente y arruinados, atracados a los puertos», finalizan.