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Un estudio del servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez sobre el glaucoma -principal causa de ceguera irreversible a nivel mundial- ha sido doblemente galardonado por sociedades científicas. La Sociedad Andaluza de Oftalmología (SAO) acaba de concederle el segundo premio en su congreso anual, destacándolo entre un centenar de comunicaciones de diferentes ámbitos. Un galardón que se suma al primer premio recibido en la última edición del congreso de la Sociedad Española de Glaucoma.
El doctor Ignacio Pereira, oftalmólogo del centro hospitalario, es el primer autor de esta comunicación que viene a mostrar la relación entre el nivel socioeconómico del paciente y su persistencia para seguir el tratamiento preventivo de esta enfermedad.
El glaucoma se produce por un daño en el nervio óptico crónico y progresivo. El principal factor de riesgo modificable es controlar la presión intraocular alta., ya que la disminución de sus cifras ha demostrado evitar la progresión de la enfermedad. Por ello es fundamental seguir el tratamiento indicado por el oftalmólogo de manera precisa para bajar la presión intraocular, que en la mayoría de los casos consiste en poner unas gotas en los ojos.
Pero no todos los pacientes son igual de cumplidores a la hora de seguir este tratamiento, habiéndose encontrado en el estudio una relación directa entre el nivel sociocultural y el grado de cumplimiento. Un bajo nivel socioeconómico del paciente se relacionó significativamente con la disminución de la persistencia a la terapia.
Para llegar a esta conclusión, se tomó una muestra de 1.563 pacientes con glaucoma en colaboración con el Hospital de Jerez y, en todos ellos, se analizó las veces que habían retirado la mediación de la farmacia cada mes a lo largo de un año (índice medication possesion ratio) y se relacionó con su nivel socioeconómico (índice de privación -se calcula en función de la sección censal-) y con su nivel de renta a través del código TSI de copago farmacéutico.
Entre las posibles razones que expliquen estos resultados, podrían encontrarse la baja conciencia de enfermedad de las personas con menor nivel socioeconómico. En el caso del glaucoma, no comprender la patología y la importancia de cumplir el tratamiento pautado, puede acelerar la evolución y llegar a estadios avanzados más rápido que en personas que saben del potencial de ceguera y cumplen constantemente el tratamiento.
Por ello, el estudio propone diversas estrategias de mejora, como son, potenciar la relación médico paciente adaptando el profesional sanitario su vocabulario al nivel de entendimiento de la patología de cada persona; y disminuir los efectos adversos de los fármacos, por ejemplo, utilizando colirios sin conservantes, ya que en general, tienen mejor persistencia.
Otra de las medidas innovadoras de cara al futuro próximo es la creación de alarmas digitales que recuerden al paciente o al cuidador cuándo se tiene que instilar la mediación y crean una rutina diaria; igualmente, el monitoreo electrónico. Por último, las nuevas investigaciones en patología glaucomatosa tienden a la creación de nuevos dispositivos que no dependan tanto del paciente individualmente, como son, las cápsulas de liberación mantenida que se insertarían en cámara anterior del ojo.
Los profesionales de la Unidad de Glaucoma del servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Juan Ramón Jiménez cuentan con una amplia experiencia en el manejo de pacientes afectos de glaucoma. Se trata de una unidad de referencia provincial que anualmente atiende cerca de 5.500 consultas y alrededor de 150 cirugías de esta patología. Dispone de un amplio abanico de opciones de tratamiento con medicamentos, láser y cirugía mínimamente invasiva, en función de las necesidades de cada paciente en su lucha diaria contra esta enfermedad.
