Manzanilla se han llenado de fervor y devoción en torno a su Patrona, la Virgen del Valle. Como es tradición, con el repique del reloj que marca las 12 de la noche, la patrona manzanillera cruzaba el dintel de la Ermita del Valle de la localidad, ante la mirada de su pueblo que la esperaba con ansia.
La Virgen del Valle recorrió las calles del Real de la Feria acompañada siempre por sus hijos manzanilleros, hasta llegar a la portada, para dejar una estampa para el recuerdo en las retinas de los manzanilleros, que arrancaron con emoción sus fiestas patronales.
El sueño manzanillero floreció un año más y la Virgen del Valle llenó de emoción y vivencias las calles de su municipio. Ya solo queda volver a soñar con un nuevo 13 de junio.