El pasado mes de febrero, un almonteño aficionado a la habilidad de elaborar elementos con cuerdas decidió emprender la aventura de la enseñanza. Así, Francisco Ramos abrió, hace unos meses, el taller artesanal con cuerdas para transmitir sus conocimientos a aquellos que aún creen en la riqueza y la magia del arte tradicional.
Sillas, alfombras, llaveros…multitud de elementos han creado, a lo largo de estos cuatro meses, los alumnos de este curioso taller que ayer culminaba con una entrega de diplomas y la esperanza de los asistentes de volver a emprender, próximamente, una segunda edición.
Cada lunes y miércoles, de 18:00 h. a 20:00 h. de la tarde, Francisco acudía a la Ciudad de la Cultura almonteña para transmitir esta disciplina con tanto arraigo en nuestra tierra. Una forma, sin duda, de rescatar la producción tradicional que entraña nuestra cultura andaluza.