Bañarnos en playas o piscinas e, incluso, salir más de fiesta, son actividades que exponen a nuestros oídos a sufrir lesiones e infecciones en el verano. Los típicos chapuzones en el mar o en la piscina pueden provocar otitis externa, también conocido como ‘oído de nadador’, que consiste en una infección del oído provocada por una exposición prolongada a la humedad, y que se manifiesta mediante dolor, picazón e inflamación en el oído. Otra de las típicas afecciones de la época estival son los taponamientos de oídos, ya que la cera acumulada absorbe el agua durante el baño, hinchándose y provocando la formación de un tapón.
Si tienen algún tipo de molestia en el oído ya sea causando dolor o no lo mejor es que acuda a su médico de cabecera que le derivará al otorrino. Ya saben, sigan disfrutando del verano, de los baños en la playa y en la piscina, pero sin olvidar que deben de cuidar y proteger sus oídos.