El municipio de Cartaya viene de vivir un fin de semana cargado de emociones de la mano de la Virgen de Consolación.
Durante la noche del pasado viernes, 29 de agosto, Isabel Orta era la encargada llevar a cabo la exaltación a la imagen mariana en la Ermita de Consolación, un acto cargado de fe sincera y devoción profunda, en el que hubo un recuerdo muy especial a la Virgen de los Dolores y a Padre Jesús Nazareno.
Tras la exaltación, el sábado tenía lugar la Peregrinación a la Ermita desde la Plaza Redonda, para dar paso a la jornada del domingo, donde se desarrollaba la Santa Misa en la ermita y posterior traslado procesional de Nuestra Señora de Consolación hasta la Iglesia Parroquial de San Pedro.
Las calles se llenaron de fe y devoción, en un recorrido que une generaciones y que forma parte de la identidad espiritual y cultural del municipio.
La efigie fue acompañada por numerosos fieles y devotos en un ambiente de profundo respeto, con el acompañamiento musical de la Banda del Ateneo Musical de Cartaya.
La Virgen de Consolación permanecerá hasta la segunda semana de septiembre en la parroquia del municipio, momento en el que el pueblo cartayero volverá a acompañarla de vuelta hasta el cabezo de su ermita.