El carnaval está cada vez más asentado en los tres núcleos poblacionales de Almonte, El Rocío y Matalascañas. Este fin de semana, los disfraces y las caretas han salido a la calle para bailar con sones carnavalescos. Ahí, Matalascañas juega un papel fundamental. Y es que esta fiesta se ha convertido en una de las más destacadas del calendario festivo del municipio.
La lluvia ha sido el enemigo del fin de semana en esta localidad costera, que sin embargo no ha dudado en celebrar su carnaval. Y como en toda fiesta, para comenzar, un pregón.
Y para continuar, disfrutar y más disfrutar, porque Matalascañas es especial cuando llega el carnaval.
La fiesta se celebró paralelamente al carnaval de Almonte, donde también se sumaron a esta exaltación de libertad. Como siempre, autóctonos y foráneos disfrutaron de un fin de semana especial.