Los andaluces seremos llamados a ejercer nuestro derecho al voto un año antes. Es decir, el próximo 22 de marzo.
Así se lo ha trasladado en la noche de este domingo la propia presidenta de la Junta, Susana Díaz, al coordinador regional de IU, Antonio Maíllo, al que ha telefoneado para, brevemente, decirle que da por “roto” el pacto que mantenían el PSOE y dicha formación al frente del Ejecutivo autonómico. Que ha perdido la confianza en sus socios de gobierno.
La también secretaria general de los socialistas andaluces ha escuchado a Maíllo, que le ha insistido que considera un “error” dicho adelanto y que éste no está “justificado”. Sin embargo, Díaz ha mantenido su decisión de disolver el Parlamento andaluz de cara a una inminente convocatoria electoral.
Díaz ha telefoneado a Maíllo dos días después de que se reuniera con él, en la sede de la Presidencia de la Junta, un encuentro en el que le expuso los motivos de la “desconfianza” hacia los socios y la situación de inestabilidad que, a su juicio, atravesaba el Ejecutivo de coalición, según recuerda Efe.
Tras aquel encuentro, la presidenta se comprometió a llamarle a lo largo del fin de semana para comunicarle su decisión definitiva, lo que ha hecho a primera hora de la noche.
Antes de esta llamada, Maíllo se reunió con el grupo parlamentario de IULV-CA para fijar la posición que esta formación defenderá mañana en el pleno extraordinario del Parlamento de Andalucía, el último de la legislatura.
A la reunión acudieron once de los doce diputados autonómicos de IU, entre ellos el vicepresidente de la Junta, Diego Valderas, y el consejero de Turismo y Comercio, Rafael Rodríguez.
En un acto público ayer sábado en Sevilla, la presidenta de la Junta volvió a acusar a IU de “poner en cuestión” el gobierno que preside y de tratar de “torcer la voluntad o tener al gobierno maniatado”.
El detonante de la pérdida de confianza ha sido, según los socialistas, el anuncio de la federación de izquierdas de someter en junio a referéndum la continuidad o no de esta formación en el gobierno de coalición si no se aprobaban una serie de leyes que consideran prioritarias.
A ello, se suma el anuncio del vicepresidente del Gobierno, Diego Valderas (IU), de viajar a los campamentos saharauis de Tinduf, a lo que se opone Díaz, así como algunas declaraciones de dirigentes nacionales de IU, como el candidato a la presidencia del Gobierno, Alberto Garzón, cuyas posiciones consideran más próximas a organizaciones como Podemos.
Está previsto que mañana lunes, tras la celebración del pleno extraordinario del Parlamento, Susana Díaz firme el decreto de disolución de la Cámara y de convocatoria de elecciones -previa deliberación del Consejo de Gobierno-, tal y como establece el artículo 127.1 de la ley orgánica de reforma del Estatuto de Autonomía para Andalucía.
El citado pacto “toca a su fin” casi tres años después de que el PSOE e IU suscribieran el llamado Acuerdo por Andalucía, un programa de 75 folios con el que los socios se comprometieron a impulsar veintiocho leyes, de las que se han aprobado dos y otras dieciséis están en tramitación.
No obstantem en lo que va de legislatura, el Parlamento ha dado luz verde a catorce leyes no previstas en el acuerdo, algunas de mucha repercusión, como la llamada ley antidesahucios, recurrida por el Gobierno de la nación, y a una veintena de decretos leyes, como el de medidas urgentes para la lucha contra la exclusión social.