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Este año, sí ha habido olor a eucalipto y romero en Hinojos. Ha sido en un recinto mucho más acotado que de costumbre, tan sólo en la plaza de España, donde se levantaba un altar preparado con mucho esmero, pero el día del Corpus ha vuelto a parecerse, aunque aún sin bullicio, a lo que era de costumbre.
Tan sólo una representación de las hermandades y los niños de primera comunión han acompañado a Jesús Sacramentado, en una procesión breve pero preparada con todo el cariño y que ha contado con todas las medidas protocolarias.
Al igual que el municipio hinojero, Chucena ha vivido un día de Corpus también diferente, pero con algunas de sus señas de identidad, como sus tradicionales ‘cordeles’, aunque en un formato más reducido, y el mastranto y la juncia adornando el suelo de la plaza de la Coronación.
