Las aves son parte indisociable del Parque Nacional de Doñana. Reclamo turístico por sí misma, constituyen una muestra viva de la rica biodiversidad de nuestro entorno.
El año pasado se contabilizaron más de 616.000 ejemplares de 99 especies diferentes, una cifra próxima a los máximos registrados de este censo.
Como «hito histórico», la Memoria de 2.019 apunta a la reproducción de dos parejas de grulla común en la Marisma de Hinojos, una especie que se debió extinguir como reproductora en Doñana entre 1870 y 1880.
De igual forma, el año pasado se contabilizaron en el Espacio Natural nueve parejas de águila imperial ibérica con comportamiento reproductor y, en total, se certificó el nacimiento de 13 pollos. Este dato evidencia un incremento en el éxito reproductivo de esta especie, tras el acusado descenso sufrido en la década de los 90 del siglo pasado.
Entre las medidas puestas en marcha por el parque para favorecer la reproducción de esta especie emblemática de Doñana, se han instalado cámaras de vigilancia en plataformas de nidificación de uso frecuente, así como la colocación de chapas de antipredación en el tronco de árboles para impedir el acceso de posibles depredadores a los nidos durante los periodos de reproducción.