Los hospitales Infanta Elena y Riotinto verán incrementada su cartera de servicios con la puesta en marcha de sendas Unidades de Atención al Dolor con el fin de prestar un tratamiento integral y preventivo a los pacientes que sufren dolor crónico de origen no oncológico, ofreciéndoles nuevas alternativas asistenciales cuando otras opciones terapéuticas previas, como la quirúrgica o la rehabilitadora, no han surtido el efecto deseado. Hasta esta incorporación, los pacientes con estas dolencias tenían que desplazarse hasta Sevilla para recibir atención.
Este tipo de Unidades de Dolor facilitan la coordinación eficiente de las diferentes actividades médicas, quirúrgicas y de enfermería, con el objetivo de aliviar el dolor del enfermo intervenido o con un proceso crónico, tanto mediante tratamientos medicamentosos convencionales como a través de la implantación y seguimiento de bloqueos anestésicos centrales y periféricos o el uso de otras terapias más complejas como la neurolisis por radio frecuencia.