“La automatización es un paso importante, pero cada vez vamos más allá. Ya no se trata de detectar parámetros, sino de dotar a los propios sistemas de conocimiento para que den con soluciones que a un humano le cuesta encontrar por su cuenta”, afirma Jesús Medina, director del Máster en Big Data de la Universidad Internacional de Andalucía que pronto arranca su tercera edición.
Este catedrático de la Universidad de Cádiz forma a la nueva generación en análisis de datos que, reconoce, no solo abarca ingenieros o matemáticos. Cada vez más otros perfiles, como empresarios, abogados “e incluso farmacéuticos” ven en el Big Data, así como en tecnologías asociadas como el aprendizaje profundo (deep learning), un recurso clave para su desarrollo y especialización profesional.
“Las empresas buscan un trabajador que sea capaz de implementar técnicas actuales, como machine learning o deep learning, así como otras más formales para extraer el ruido y reducir la incertidumbre de los datos”, indica. Pero la cantidad de egresados en ingenierías o Matemáticas que se interesan por este campo “es insuficiente ante la gran demanda que existe”, por lo que el mercado busca captar “otros graduados que quieran especializarse en él y mejorar su empleabilidad”.
Una salida con futuro, a tenor de las posibilidades de esta tecnología. El denominado big data, explica, puede desbloquear nuevas cotas de rendimiento para las empresas, al delegar en los sistemas procesos tediosos o que requieren grandes inversiones de tiempo.
“En energía, por ejemplo, una plantación fotovoltaica podría usar parámetros como la meteorología o los niveles de producción energética para detectar anomalías en placas específicas que no funcionan bien y optimizar su rendimiento. Sin el big data, necesitaríamos que un trabajador monitorease continuamente el flujo de datos”, resume.
Otro ejemplo en el mundo empresarial serían los sistemas de recomendación, importantes en sectores como la publicidad. Los algoritmos conocen de primera mano el perfil del cliente y seleccionan aquellos productos que podrían interesarle, “premiándolos con opciones mejores que las que habrían seleccionado en un primer momento”.
Las aplicaciones de estas tecnologías, en pleno desarrollo, son variadas y a veces insospechadas. Medina dedica su investigación a las del sector forense y judicial como coordinador de la red europea DigForASP, que reúne a más de 250 investigadores de 16 países distintos. “Estas tecnologías pueden llegar incluso a usarse en juicios. Ya tenemos personas trabajando en esta dirección”.
Máster en Big Data
El Máster en Formación Permanente en Big Data de la UNIA es virtual y está abierto a matriculación hasta el 14 de octubre. “Es un máster versátil que aporta un valor diferenciador a perfiles muy distintos”, insiste Medina. Del profesorado, investigadores de prestigio del ámbito empresarial, destaca que conocen “tanto los últimos avances de la tecnología como las necesidades de las empresas”, mejorando la empleabilidad del alumno.
El título ofrece una formación multidisciplinar que incluye los desarrollos más recientes, en la frontera con contenidos de lenguajes, sistemas y tecnologías de la información. Así, incorpora perfiles expertos en ingeniería, pero también matemáticas y economía. El programa académico repasa los fundamentos y arquitectura big data, las técnicas de computación científica avanzada y el aprendizaje automático y añade formación sobre econometría, los distintos sistemas de recomendación y la toma de decisiones basada en datos conocida como business intelligence.
El Máster ofrece asimismo la posibilidad de matricularse a tiempo parcial, disponiendo de forma ordenada los contenidos para llegar a todo tipo de perfiles. La Internacional de Andalucía ofrece el programa de becas a la excelencia UNIA Academia, que suponen la exención de matrícula y pueden solicitarse para este título hasta el 13 de septiembre.