San Silvestre de Guzmán despidió anoche tres jornadas intensas dedicadas al séptimo arte con la gala de clausura de la VI edición de La Sansilvestrale, celebrada en la Plaza Arroyo de la Miel. El acto incluyó la entrega de los galardones de su Concurso de Cortometrajes, poniendo el punto final a un festival que ha vuelto a situar al municipio en el mapa cinematográfico.
El gran vencedor de la noche fue Quejío de Loba, de la directora jerezana Andrea Ganfornina, que se llevó el Molino de Oro al Mejor Cortometraje y al Mejor Guion. La obra, con un poderoso pulso narrativo, aborda la violencia de género y la transmisión de patrones abusivos en el entorno familiar. Entre las paredes de un piso, una madre intenta proteger a sus hijos de un ciclo de poder y dolor que amenaza con repetirse. Un relato intenso y profundamente humano que conmovió al público y al jurado.
También destacó Tristes Tigres, de Adán Pichardo, que se alzó con el Molino de Oro al Mejor Cortometraje Onubense y con el Premio del Público. El filme emocionó por su tratamiento sensible de la dislalia, la dislexia y el acoso escolar, confirmando el buen momento creativo que vive el audiovisual en Huelva.
En las categorías interpretativas, el jurado reconoció a Pepe Viyuela como Mejor Actor por Mariana Hormiga y a Manuela Vellés como Mejor Actriz por Adiós. El Jurado Infantil, por su parte, otorgó su galardón a Joselico, de José Abril y Sergio Máresc.
La noche culminó con la proyección de Quejío de Loba, dejando una huella profunda entre los asistentes. Con esta sexta edición, La Sansilvestrale reafirma que un pequeño municipio rural puede ofrecer un festival con programación cuidada, alto nivel artístico y gran implicación ciudadana, consolidándose como cita imprescindible para cineastas y amantes del cine.