La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio ha editado ‘El Abalario. Un paisaje en construcción’, una publicación que reinterpreta y amplia el estudio inédito de las investigadoras Julia Espina Argüello y Aurora Estévez Herranz, del año 1992, ‘Recuperación del patrimonio cultural del Parque Nacional de Doñana y su entorno’, que analizaba la conexión entre los paisajes existentes en este enclave, ubicado en el sector costero oriental de la provincia de Huelva, con los procesos y las transformaciones llevadas a cabo por el hombre en el pasado. El libro, coordinado por José María Fernández-Palacios es un compendio de textos y fotografías, que cuenta además con las aportaciones de Pablo Garcia Murillo, Fernando Sancho Royo y Fernando Olmedo Granados y un nutrido grupo de colaboradores.
En el acto, el consejero de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio, José Fiscal, ha afirmado que la publicación “no es solo una invitación a asomarnos a la historia del Abalario, sino también a proyectarnos hacia a su futuro”. También ha asegurado que “el Abalario del futuro será aquel que seamos capaces de construir entre todos sobre la sólida base del conocimiento, sabiendo de dónde venimos y adónde queremos dirigirnos. Contribuir a este objetivo es el propósito de esta iniciativa de divulgación. Porque ahora somos conscientes que, tras el fuego, hay un futuro manejable lleno de posibilidades”. Fiscal ha destacado, asimismo, que “nada volverá a ser igual, pero eso no significa que obligatoriamente tenga que ser peor. Está en nuestras manos modelar un paisaje mucho más resistente al fenómeno del cambio global sin que pierda su belleza y su esencia”.
Por todo ello, el titular de Medio Ambiente considera especialmente relevante esta edición que a través de un planteamiento retrospectivo da a conocer qué paisaje fue el originario de la zona y cómo fue experimentando cambios de la mano del hombre y las distintas actuaciones territoriales y sociales a lo largo de los años hasta llegar al momento actual.
El territorio costero comprendido entre los ríos Tinto y Guadalquivir constituía una vasta extensión de arenas estériles salpicada de lagunas y charcas. Un medio pobre e inhóspito que permanecía despoblado y sin apenas usos hasta principios del siglo XX. El centro de este inmenso terreno de matorrales era El Abalario, con su franja litoral del médano del Asperillo. El libro ahonda en cómo este espacio, según las épocas, ha pasado de ser un área de baldíos y cotos a transformarse en un monocultivo forestal, para convertirse finalmente en un terreno en el que están obligados a entenderse la agricultura y el turismo con las exigencias de la conservación de la naturaleza.
La reforestación del área afectada comenzará en otoño
La Consejería de Medio Ambiente y Ordenación del Territorio trabaja, desde el momento en el que el incendio se dio por controlado, en un ambicioso Plan de Restauración del área afectada por el fuego, según las directrices del grupo de trabajo científico-técnico que se creó para recuperar la zona. Este plan contará con un presupuesto de 1,9 millones de euros. En total, se intervendrá en 7.647 hectáreas de superficie forestal y se incidirá en la plantación de especies de alto valor ecológico, vegetación autóctona, propia del bosque Mediterráneo, adaptada al terreno y más resistente. Para ello, se incidirá en la variabilidad de tipos de especies y perseguirá la creación de un mosaico de vegetación, lo que permitirá que los ecosistemas estén más preparados ante posibles incendios forestales.