La Virgen del Rocío mueve a multitud de personas que se acercan allá donde esté. Cierto es que, durante el año, numerosas peregrinaciones desde Almonte hasta la aldea. Sin embargo, esta peregrinación ha sido a la inversa. Vecinos del Rocío han dejado atrás el vacío que durante estos meses presenta la ermita y han acudido a la Parroquia de la Asunción para ver a la Blanca Paloma.
Estos vecinos no han ido solos. Numerosos jóvenes han acompañado al guion de camino, siendo esta la decimosexta edición en la que los grupos juveniles de 50 hermandades han asistido a esta peregrinación.
Un ambiente de convivencia donde, durante el camino, ha habido momentos para el descanso y la comida, con el apoyo de la Hermandad Matriz, que ofrecía la bebida a los participantes.