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Juan José Blanco vuelve a asumir la presidencia de Cruz Roja en Huelva con el compromiso de poner a las personas en el centro de la intervención. Blanco es voluntario desde hace más 30 años, asumió la presidencia de Cruz Roja en Huelva en 2003 y, ahora, de nuevo ha sido elegido para desempeñar este cargo a lo largo de los próximos cuatro años, después de un proceso electoral democrático y abierto a la participación de todos los socios y socias y voluntarios y voluntarias de la Organización en la provincia.
Tras recibir una vez más este apoyo, Blanco quiere agradecer la confianza depositada de nuevo en él para representar a Cruz Roja Huelva y, además de considerarlo un honor y un privilegio, ha asegurado que trabajará a pleno rendimiento “con el fin de ¨llegar a todas las personas que puedan necesitarlo”, un principio que en el periodo 2019-2022 se complementará con cuatro líneas estratégicas: “poner a las personas en el centro de nuestra intervención, responder a la evolución de las situaciones de vulnerabilidad, movilizar a toda la sociedad en la lucha contra la vulnerabilidad y aumentar las capacidad de nuestra Organización para una intervención eficaz”.
En esta línea, el presidente ha destacado «el trabajo realizado en los últimos años, un tiempo difícil en el que Cruz Roja en Huelva ha incrementado la atención hasta llegar a casi 58.000 personas, gracias al apoyo de más de 11.400 socios y socias, al trabajo de las asambleas locales, que estos cuatro años han pasado de 10 a 12, y a la solidaridad de una red de voluntariado de 4.330 hombres y mujeres, que son el motor que hace posible los 60 programas de atención social destinados a los colectivos más vulnerables, entre ellos, personas mayores, discapacitadas o enfermas, infancia en riesgo, mujeres víctimas de violencia de género, inmigrantes o personas desempleadas, y todo ello en una etapa marcada por los efectos devastadores de la crisis económica».
Sobre la base de toda esta labor, en palabras de Blanco, a lo largo de los próximos cuatro años, la Organización humanitaria «se fija como fines esenciales velar por una Cruz Roja con principios y valores cada vez más comprometidos, que responda a las situaciones de vulnerabilidad y que sea capaz de estar en constante evolución para adaptarse a las necesidades de las personas».
En este sentido, el presidente indica que «Cruz Roja seguirá trabajando para dar respuestas integrales a las personas vulnerables desde una perspectiva de desarrollo humano y comunitario reforzando sus capacidades individuales en su contexto social, promoviendo el voluntariado con el mensaje de que todos y todas, desde nuestro lugar, podemos hacer algo para mejorar el mundo».
En definitiva, según Blanco, la acción de Cruz Roja “debe tener una vertiente transformadora, orientada a la contribución de una sociedad inclusiva en donde es clave el cambio de mentalidades”. Para ello, considera imprescindible “ir más allá del plano asistencial implicando también a las personas a las que Cruz Roja dirige su acción en sus propios procesos, incluyendo a toda la sociedad, incidiendo sobre el entorno para eliminar las barreras que crean exclusión, vulnerabilidad y precariedad, mediante el trabajo de investigación y el impulso a la innovación social, a través de la sensibilización ciudadana, la concienciación social y la participación”.
