La presidenta de la Junta de Andalucía, Susana Díaz, ha anunciado este viernes la transferencia, por parte del Gobierno andaluz, de los derechos mineros para la explotación de la mina de cobre de Riotinto, en Huelva, cuya reapertura está liderada por la empresa Emed Tartessus, compañía española fundada por Emed Mining. Con esta concesión, la mina podrá estar activa en 2015 y prevé generar unos 1.400 puestos de trabajo, 400 de ellos directos.
Durante su intervención en las instalaciones de la empresa en Minas de Riotinto (Huelva), donde ha visitado la planta metalúrgica y la corta minera Cerro Colorado, la presidenta de la Junta ha trasladado la notificación directamente al consejero delegado de Emed Mining y vicepresidente de Emed Tartessus, Isaac Querub.
Susana Díaz ha concretado que a partir de ahora Emed tiene un plazo de seis meses para iniciar los trabajos en la mina, para conseguir la aprobación definitiva y reiniciar la extracción del mineral, una circunstancia que espera que se produzca «durante el segundo semestre de 2015».
De igual modo, la presidenta del Gobierno andaluz ha remarcado que esta transmisión de derechos es «una satisfacción» porque ha recordado que su objetivo es «poner todos los recursos activos de Andalucía al servicio del desarrollo económico y de la creación de empleo», a lo que ha añadido que «hacer este anuncio es abrir una puerta a la esperanza de una comarca, la Cuenca Minera, que ha sufrido mucho en los últimos años, con casi la mitad de la población en desempleo, y de Andalucía».
De hecho, Díaz ha señalado que siete ayuntamientos de la comarca han recogido más de 3.000 curriculum, por lo que ha descrito la minería como «un sector activo, que genera riqueza y empleo y que cuenta con unas expectativas de futuro enormes».
La comunidad andaluza, según ha remarcado Susana Díaz, «cuenta con una de las mejores reservas de sulfuros polimetálicos de Europa Occidental» y ha insistido en que «Riotinto debe seguir siendo un símbolo de la minera andaluza y española, responsabilidad que tiene el Gobierno andaluz», pero «siempre apostando por la innovación», que, a su juicio, «tiene que ser el instrumento que nos permita pasar de esa concepción minera decimonónica a una minería responsable y equilibrada, respetuosa y propia ya del siglo XXI».
Por ello, ha reconocido que «ha pasado un largo tiempo» para este anuncio pese a la necesidad de crear empleo, pero «era necesario que la empresa atendiera con rigor y compromiso todos los requerimientos económicos, sociales y medioambientales».
En este punto ha recordado el desastre de la mina de Aznalcóllar (Sevilla) que «está en la memoria de todos», no obstante ha abogado por «no demonizar al sector porque es muy importante». Se trata de exigir a la empresa «más seguridad y más compromiso con el medio ambiente», ya que años atrás, incidiendo de nuevo en Aznalcóllar, «nos tocó aprender una lección que no se puede volver a repetir», ha subrayado.
Por ello, ha manifestado que con Emed Tartessus «se ha hecho un trabajo minucioso y exigente para garantizar el cumplimiento de todos los requisitos». De hecho, ha asegurado que sólo para obtener la Autorización Ambiental Unificada (AAU), la empresa ha debido cumplir 304 condiciones ambientales de carácter obligatorio con «el objetivo claro de evitar, prevenir y minimizar los impactos ambientales», especialmente lo relativo a la gestión del agua y a los vertidos a los ríos Tinto y Odiel.
«La minería y la construcción sostenible son sectores estratégicos en el nuevo modelo productivo que defiendo», ha enfatizado la presidenta, que ha destacado que los actuales «son momentos difíciles y tenemos un subsuelo rico. 600 explotaciones mineras en nuestra comunidad, 5.000 empleos directos y 36.000 indirectos».
Por último, ha asegurado que «la recuperación económica en nuestra tierra llegará cuando lo sientan las familias, cuando entre todos logremos devolver lo mucho sacrificado y perdido en estos años de crisis y ese es el compromiso de Andalucía, ayudar a la reactivación económica». Por ello, ha abogado por darle una segunda oportunidad a este sector, al igual que a la construcción sostenible, «reconducidos con sabiduría».
MÁS DE 300 MILLONES DE INVERSIÓN
La recuperación de la actividad minera en Riotinto, donde se trabajará en diferentes fases para la extracción de cerca de 123 millones de toneladas de mineral, implicará una inversión por parte de la empresa superior a los 315 millones de euros. Así, durante los próximos 18 meses, se abordará la fase de acondicionamiento de la instalación industrial, que precisará de una inversión de 215 millones de euros y creará 250 empleos directos y otros 750 indirectos. En este estadio se acometerán las infraestructuras de tratamiento y gestión de aguas, se acondicionarán las instalaciones de deposición de estériles de planta y escombreras, las instalaciones auxiliares y se realizarán sondeos sobre el terreno.
Una vez completada la segunda fase, se iniciará una segunda de explotación y producción, prevista para el segundo semestre del próximo año. Para entonces, Emed contará con un equipo de más de 400 trabajadores y se generarán más de 1.000 indirectos.
Emed ha cuantificado en más de 100 millones la inversión realizada hasta este año en concepto de diseño e ingeniería, adquisición de terrenos, mantenimiento y seguridad, y en unos 120 millones anuales los costes de operación.
«HITO HISTÓRICO»
Al principio del acto, el consejero delegado de Emed Tartessus ha destacado que la transmisión de estos derechos es «un hito en la historia milenaria de esta Cuenca Minera andaluza», no obstante ha remarcado que «el camino para llegar hasta aquí ha sido largo y arduo, pero hoy todo queda atrás».
Por último, ha subrayado «el buen espíritu de colaboración en los últimos tiempos entre la Junta y Emed dentro del marco de responsabilidad de cada uno» y ha defendido que el proyecto es «muy ambicioso en cuanto a técnica minera, medio ambiente e innovación».