La consejera de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible, Carmen Crespo, y el presidente de la Diputación de Málaga, Francisco Salado, han firmado un protocolo para impulsar la lucha contra el cambio climático en esta provincia. “Seguimos dando pasos adelante en nuestro compromiso de hacer frente a un fenómeno que afecta especialmente a Andalucía y cuya lucha es uno de los pilares de la Revolución Verde que impulsa el actual Gobierno andaluz”, ha resaltado Crespo. “A través de colaboraciones como esta ayudamos a los ayuntamientos a ejercer su acción climática”, ha añadido.
Con la firma de este protocolo, la Diputación de Málaga se une a la de Almería, que formalizó esta misma colaboración con la Junta de Andalucía el pasado mes de marzo y, según ha apuntado Crespo, “la Consejería seguirá sumando colaboradores entre las demás diputaciones andaluzas”.
La responsable del ramo ha explicado que para contribuir a la lucha frente al cambio climático, el Gobierno andaluz ha puesto en marcha la Revolución Verde como “una oportunidad de proteger nuestro medio ambiente y también de contribuir a la reactivación económica”. Al mismo tiempo, ha animado a las instituciones y ciudadanos a “unirse a la Junta de Andalucía en su apuesta por el aprovechamiento sostenible de la gran riqueza que tiene nuestra tierra y sacar el máximo rendimiento de los recursos naturales protegiendo el entorno para que las generaciones futuras también puedan disfrutarlo”.
Por su parte, Francisco Salado ha resaltado que “se abre un capítulo importante con este protocolo de colaboración con la Junta de Andalucía, que nos va a permitir prestar una colaboración y ayuda más eficaz y ágil a los ayuntamientos en la realización de sus planes contra el cambio climático”. El presidente de la Diputación de Málaga ha afirmado también que la institución a la que representa “va a trabajar, codo a codo con el resto de administraciones para seguir protegiendo, cuidando y mejorando nuestro patrimonio natural, haciéndolo compatible con actividades humanas como el turismo y la agricultura”.
Todas las localidades andaluzas tienen la obligación de contar con un plan municipal de lucha contra el cambio climático, cuyo contenido debe estar en consonancia con el Plan Andaluz de Acción por el Clima y encaminado a cumplir con la neutralidad climática en 2050 que recomienda la Unión Europea. “Estos documentos tienen una gran utilidad para los ayuntamientos, ya que permiten conocer las principales fuentes de gases de efecto invernadero en cada municipio, en qué ámbito hay capacidad de mejora y qué medidas serían las más efectivas”, ha apuntado la consejera.
En cuanto a las actuaciones ejecutadas y previstas por Desarrollo Sostenible, Crespo ha resaltado que el Gobierno andaluz contempla una inversión inicial de más de 3,5 millones de euros para apoyar a los municipios andaluces de menos de 50.000 habitantes en la elaboración de los planes municipales. Además, ha explicado que el Gobierno regional se implicará también en la búsqueda de “fórmulas de financiación” para los proyectos que se deriven de las planificaciones. “Tenemos que aprovechar las nuevas oportunidades de creación de riqueza y empleo; por eso, en la medida de nuestras posibilidades, desde esta Consejería facilitaremos el camino a los emprendedores que apuesten por la lucha contra el cambio climático”, ha afirmado.
Herramientas y asesoramiento
La Consejería de Desarrollo Sostenible ha puesto ya al servicio de los ayuntamientos andaluces diversas herramientas que sirven de apoyo para la elaboración de los planes municipales contra el cambio climático. Entre otros instrumentos, el Gobierno andaluz ha publicado una guía metodológica para la redacción de estas planificaciones y ha organizado eventos divulgativos, como el celebrado esta misma semana de forma telemática. En esta jornada online, titulada ‘Guía para la elaboración de Planes Municipales contra el Cambio Climático en Andalucía’, han participado agentes de toda la región vinculados a la materia que pudieron conocer las experiencias piloto desarrolladas en las localidades de El Campillo (Huelva) y Añora (Córdoba). Estos municipios han sido los primeros en poner en práctica las medidas de aplicación de la guía.
Otra de las herramientas encaminada a ayudar a las administraciones locales a elaborar estos planes se refiere a la huella de carbono municipal y les permite obtener sus inventarios anuales de gases de efecto invernadero, así como evaluar el consumo energético de la localidad. Al respecto, la consejera ha detallado que este cálculo permite a los ayuntamientos analizar, por ejemplo, la contaminación que producen los coches de sus habitantes y las emisiones ligadas a sus edificios municipales o servicios públicos. “Al conocer con más detalle estos parámetros, las administraciones tienen más facilidad para actuar en consecuencia poniendo en marcha las medidas que más se ajusten a las necesidades concretas de cada localidad”, ha apuntado. Entre otros objetivos, estas acciones pueden perseguir la optimización de las rutas de circulación, el fomento del uso de energías renovables o el desarrollo de proyectos dirigidos a mejorar la eficiencia energética y la búsqueda del ‘residuo cero’.
Además, se han creado grupos de trabajo multinivel para la coordinación de la elaboración de los planes y la Junta también ha puesto a disposición de los ayuntamientos andaluces el visor de escenarios climáticos, mediante el cual pueden obtener una imagen de las principales variables climáticas de la zona.
Carmen Crespo ha recalcado que “el Gobierno andaluz apuesta por la colaboración de las administraciones en la lucha contra el cambio climático para conseguir una integración efectiva de las acciones de mitigación y adaptación que se planifiquen a nivel autonómico y local”.