Día especial para el carnaval isleño este domingo con la entrega, por parte de la ACI, Asociación de Carnavaleros Isleños, de su máximo Galardón, el ‘Pito de Caña’. Una distinción que este año se ha otorgado al isleño Custodio Soares Luzía, conocido por su larga trayectoria en el ámbito carnavalero y que ha dejado una huella imborrable en la escena del carnaval desde su primera aparición en el año 1972 con la murga «Los decanos del Fútbol.»
Celebrada en un Teatro Horacio Noguera con el cartel de sold out, la gala se desarrolló en dos partes. La primera de ellas presentada por Toni Riego y Cristina Mascareña y en la cual se hizo entrega del Galardón Musa del Carnaval, que entrega la Peña los Calandracos y que representa el papel de la mujer en el ámbito carnavalero y que recibió la propia presentadora.
También se entregó en esta primera parte, el galardón Guitarra de Plata a José Luis López Rodríguez, el premio Manolo Cabot, de la Peña Los Mesonero y que recibía Eugenio Sosa Lagarejo de manos de María Cabot, hija del desaparecido autor del carnaval que da nombre a este premio.
Para finalizar la ACI hizo entrega de los Gran Vías de Oro a los carnavaleros que llevan más de veinticinco años consecutivos en las tablas del Horacio Noguera, este año, Carlos Colomé Morcillo, Juan Columé Millán, Manuel Contreras González, José Manuel Faneca Mirabent, Antonio Manuel García Correa, Eduardo Ramírez Rodríguez, Juan Luis Soto Noriega y José Vázquez Cruz. La segunda parte se dedicó al protagonista de la noche, el Pito de Caña 2024, Custodio Soares Luzía, en la que se hizo una repaso por la trayectoria del premiado apoyada por distintos vídeos y la actuación de la Agrupación Callejera «El Mosquerío» y la Murga en la que Custodio actúa este año.
Custodio recibía el Pito de Caña de manos de su mujer, Lali Camacho, sus hijos y nietos, en presencia del alcalde isleño, la concejala delegada de Festejos y el presidente de la ACI, Rafael Martínez.
Finalizó el acto con el canto de la Higuerita Marinera de todos los participantes en el homenaje en el escenario y el público que llenaba el patio de butacas.