Tras dos años sin poder celebrarse, a consecuencia de la pandemia, la Hermandad Matriz vuelve a acoger en su Casa de Hermandad de la aldea el Encuentro de Jóvenes Rocieros.
Una convivencia que alcanza su edición número 32, con más de un centenar de participantes de Almonte y las filiales .
La primera actividad realizada a lo largo del fin de semana, fue la charla que llevó por título «El joven rociero, cristiano sin complejos» la cual estuvo encabezada por el director espiritual de la institución almonteña, Francisco Miguel Valencia.
En esta charla se trabajaron los términos de ser cristiano, creyente y además rociero, viendo como se viven esos significados en el día a día de la realidad, con ella se buscaba profundizar en la fe ya que cada vez se vive menos en torno a ella.