Los datos del mes de julio dejan en la costa onubense una temporada estancada, según la valoración que hacen los responsables de los hoteles de la comarca.
El alto nivel de ocupación, que se mueve en porcentajes superiores al 85%, no logra mantener la rentabilidad en los hoteles donde los precios llevan varios años congelados.
Más aún, los responsables de los establecimientos aseguran que existe una fuerte presión de ofertas en el mercado y que la gente reserva cada vez más tarde.
Según explicó también el presidente de la Asociación Provincial de Hoteles, José Manuel Díaz, el mes de julio ‘ha sido muy duro’ con un comportamiento bastante irregular, sobre todo en la primera y la última semana de julio.
Una excepción en el panorama provincial está en el Parador Nacional de Mazagón pues en el pasado mes se lograron muy buenos resultados con un nivel de ocupación próximo al 100% manteniendo el nivel de precios.
El presidente de la Asociación de Empresarios de Hoteles de Matalascañas, Alejandro Berdejo, se mostró satisfecho con la ocupación en términos generales, sin embargo, añadió que ‘hace tiempo que los empresarios han dejado de tener en cuenta este dato sino el de la rentabilidad que es bien diferente porque los precios llevan estabilizados desde hace tiempo’.
En lo que más se notan el efecto de la crisis es en el descenso del gasto medio por turista, tanto dentro como fuera del hotel, y en las pernoctas con respecto a años anteriores.
Un hecho que lleva a los empresarios a pensar que los ciudadanos siguen queriendo ir de vacaciones, pero intentan gastar lo mínimo, por la delicada situación que atravesamos.