La Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), Organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha iniciado, en colaboración con la Comunidad de Regantes el Fresno Guadalquivir (Huelva), el cierre de 170 pozos y la revisión del sellado de otros 250 sondeos en el entorno de Doñana, lo que permitirá a los comuneros recibir el agua superficial en virtud de la concesión otorgada.
Las tareas, que han comenzado esta semana, han sido acogidas con satisfacción por el máximo responsable del Organismo de cuenca, Joaquín Páez, que ha agradecido “el compromiso de los regantes de El Fresno, su colaboración en el proceso y la predisposición en las labores de sellado, que están desarrollando en plena coordinación con la Comisaría de Aguas de la Confederación”.
Tal y como anunció el Organismo de cuenca tras cumplir con la regularización de la Comunidad, el derecho de agua se otorgaría por parcela, una vez que el pozo estuviera sellado por el agricultor y su cierre comprobado por la CHG.
Según los datos aportados por El Fresno, los técnicos de la Confederación certificarán en las próximas semanas el cierre definitivo de 170 pozos asociados a la reciente concesión de 318 hectáreas. “Gracias a ello, se deja de detraer un volumen de agua de 4,26 hm3/ año de la masa subterránea La Rocina, con conexión directa al arroyo del mismo nombre, lo que fomentará su recarga natural”, ha informado Páez.
Estas tareas se completarán con la comprobación del sellado de otros 250 sondeos, ya cerrados en la etapa anterior, con el objetivo de ratificar su inutilidad.
La regularización de esta concesión, otorgada en dos fases – 496 hectáreas en septiembre de 2018 y 318 hectáreas en diciembre de 2020- supone un aumento de la Gobernanza de la Confederación en el entorno de Doñana, actuando como herramienta fundamental para el refuerzo de sus competencias y el control en el uso del recurso.
Hoja de ruta para la reversión de Doñana
El cierre de pozos que ha comenzado esta semana supone un paso más en el compromiso de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir para revertir el estado del acuífero y garantizar su uso sostenible.
En este sentido, el Organismo continuará ejerciendo sus competencias en el control y la vigilancia del recurso en la zona, inspeccionando y sancionando aquellos terrenos situados fuera de suelo agrícola regable (SAR) según el Plan Especial de Regadíos de la Corona Norte de Doñana. “No vamos a conceder tregua a las captaciones ilegales ni a consentir el aumento de una hectárea más fuera de SAR”, ha advertido Páez, para lo que solicita la colaboración de los ayuntamientos de la zona y la Junta de Andalucía, competentes en la ordenación del territorio.
Asimismo ha anunciado la inminente reubicación de los sondeos de Matalascañas al Oeste del núcleo costero, para reducir la afección al complejo lagunar. Con esta medida se prevé recuperar hasta 1,3 metros de agua de la laguna del Charco del Toro, extendiéndose estos beneficios a otras más próximas.
En la misma línea, se iniciará la redacción del proyecto para el recrecimiento del embalse del Agrio, que permitirá pasar de los 20 hm3 actuales hasta los 60 hm3 previstos con el fin de aumentar la regulación del Guadiamar y disminuir la presión del acuífero.
Además, para dar continuidad a la declaración “en riesgo de no alcanzar el buen estado” de las masas de agua subterránea La Rocina, Almonte y Marismas, la CHG continúa trabajando en la constitución de las CUMAS (comunidades de usuarios de masas de agua subterránea) que, junto a la CHG, trabajarán en la elaboración de un programa de actuación y un plan de extracciones que coordine las medidas para garantizar la protección y conservación de Doñana. Actualmente el Organismo está elaborando el censo de los derechos de Doñana, una laboriosa y compleja tarea de comprobación y registro con más de 3.000 títulos. Durante el proceso, que el Organismo prevé finalizar en el primer trimestre del año, se celebrarán votaciones telemáticas para aprobar los estatutos y la Junta Directiva de cada una de las CUMAS.
A estas medidas en curso se sumarán en los próximos meses otras como la planificación en el proyecto de Plan Hidrológico del Guadalquivir 2022-2027 de una transferencia desde la ETAP de Moguer a Matalascañas, que ahorrará 2,5 hm3, así como la telelectura de contadores para monitorizar captaciones en más de 5.000 explotaciones, actuación que se desarrollará junto a la Universidad de Sevilla.
“Nuestro objetivo es devolver la salud ambiental a Doñana. Su conservación marcará el futuro para que la actividad sostenible continúe” ha concluido Páez.