El PAN Moguer perdió la oportunidad de abandonar el último puesto de la clasificación este sábado en Villafranca. Fue un partido intenso, a todo o nada, donde el conjunto amarillo pecó de ingenuo en ocasiones, y eso, acabó pagándolo caro.
La primera parte fue igualada. Toma y daca por uno y otro lado, aunque los locales se veían superiores a los visitantes. A los de Maxi Gutiérrez no les salían las cosas y eso se reflejaba en el marcador. Bien en defensa, pero muchos fallos en ataque durante los primeros 30 minutos. Aun así, los moguereños lucharon por irse al descanso empatados, con Dani Podadera, Sergio Cruzado y Gonzalo Álvarez tirando del carro. Finalmente, la diferencia fue de dos goles abajo.
No sentó bien el impasse al Pedro Alonso Niño, que salió dormido tras la reanudación, y la diferencia se amplió a cinco goles. Pese a la desventaja, el equipo visitante insistió con sus armas en busca de la épica. Para ello, contaba con un factor añadido que le hacía intentarlo con más fuerza si cabe, la afición, que se desplazó en masa hasta tierras pacenses para apoyar a su equipo. A falta de un minuto y medio, la desventaja sólo era de dos goles y todo parecía posible. No obstante, no pudo ser. Un balón al palo de Gonzalo y un tiro de Sergio Cruzado, que se fue por arriba de la portería, acabaron con las opciones amarilla y el encuentro acabó con un resultado de 30-26.
Así las cosas, la escuadra amarilla tendrá que hacerse fuerte y seguir remando por el objetivo de la salvación.