La diadema de plata de La Papúa (Zufre) centra la conferencia de La Pieza del Mes, con la que el Museo de Huelva cierra el ciclo de charlas de este año. La conferencia ‘La diadema de plata de La Papúa (Zufre): objetos distinguidos y asentamientos fortificados de la Edad del Bronce en Huelva’ será impartida por el Catedrático de Prehistoria de la Universidad de Sevilla, el Doctor Leonardo García Sanjuán.
La diadema de plata de La Papúa es uno de los artefactos prehistóricos más singulares de la colección permanente del Museo de Huelva. Este y los trabajos de excavación e investigación arqueológica realizados por la Universidad de Sevilla en este importante asentamiento fortificado de la provincia en la Edad del Bronce serán el tema de la conferencia, para cerrar el ciclo de charlas de este año.
La diadema de plata de La Papúa es uno de los artefactos prehistóricos más singulares de las colecciones alojadas en el Museo de Huelva. La Papúa es un importante asentamiento de la Edad del Bronce que se extiende por un área de 15 hectáreas, y que se encuentra rodeado por un gran recinto murado de 3 km de perímetro con alturas conservadas entre 1 y 2 metros, y anchos entre 1 y 1,5 metros.
Las excavaciones realizadas por la Universidad de Sevilla en 1994 revelaron abundantes evidencias de actividad doméstica, que según la única determinación de radiocarbono disponible data de 2.100-1.900 antes de nuestra era. Este asentamiento se encuentra en una posición muy estratégica, controlando tanto los valles de la Rivera de Huelva como de La Papúa, así como el paso entre ellos por el camino de Las Capellanías, que discurre junto a la Rivera de Montemayor, y en el que se descubrió la estela de Cañaveral de León.
En una de las tumbas de cista asociadas a este gran asentamiento se halló en los años 80 la pieza sobre la que se hablará en la conferencia: una «diadema» de plata. Esta pieza, de 10 cm de largo y decorada con dos hileras de puntos «repujados», y dos perforaciones en cada uno de sus extremos, es un objeto bastante especial, ya que representa uno de tan solo dos posibles artefactos de este tipo hallados fuera de la denominada ‘zona argárica’, en el sureste español. Estos objetos suelen ser considerados ‘de prestigio’, pues en las tumbas de la Edad del Bronce ‘argáricas’ se asocian a personas de alto rango, generalmente mujeres.