En la tarde de ayer, la escuela infantil El Zampullín de El Rocío disfrutó con su particular fiesta de graduación con motivo del final del curso 2017/18.
El protagonismo lo tomaron los 10 pequeños que se graduaron, además del equipo de docentes, y los padres y abuelos de los mismos.
La merienda, los pinta caras, las animadoras infantiles, los birretes y el baile, fueron los ingredientes de una cita a la que se sumó el ayuntamiento de Almonte, a través de la concejala del área de El Rocío.
Sin duda, el futuro de la aldea marismeña está asegurado.