La formación dual y las competencias en el uso de datos son dos piezas fundamentales para favorecer la empleabilidad de los estudiantes universitarios. La Universidad Internacional de Andalucía, junto al Grupo Joly, ha dado a conocer esta mañana los resultados de dos estudios, dentro de sus Observatorios UNIA, con los que quiere aportar ideas que sirvan para alinear la educación superior con los nuevos perfiles profesionales.
El rector de la UNIA, José Ignacio García, ha introducido estos informes que buscan “servir de brújula en el diseño de nuevos programas universitarios e incardinarlos en el núcleo de las principales demandas sociales y productivas”.
Así, en colaboración con las consultoras EY Insights e ISEAK, se aporta un nuevo material, que amplía la línea prospectiva iniciada en 2020 y que dio como resultado la puesta en marcha este curso 2021/22 del Máster Universitario Dual en Transformación Digital de Empresas, “primero en Andalucía y uno de los únicos en España que ofrece formación en alternancia junto al sector privado, a través de empresas como Endesa, Iberdrola, Everis, AERTEC, Covirán o Lactalis Puleva”.
En esta misma línea se ha manifestado el consejero de Transformación Económica, Industria, Conocimiento y Universidades, Rogelio Velasco, quien ha avanzado durante el arranque de la jornada que el nuevo Decreto de Ordenación de las Enseñanzas Universitarias en Andalucía que ultima su departamento incorporará por primera vez la formación dual, que permitirá mejorar la cualificación práctica del alumnado y facilitará su empleabilidad.
Por su parte, el director general de Grupo Joly, Felipe Granados, ha subrayado el valor de los dos informes para “entender la empleabilidad de los egresados y la adecuación de los títulos universitarios a un mercado laboral muy dinámico, cambiante y exigente”. Algo que, ha apuntado, “requiere de una adecuación continua de los planes de estudios y palancas que permitan fortalecer esas competencias de los estudiantes”.
Formación dual
Los estudios incorporados a los Observatorios UNIA se han presentado bajo el marco de la jornada ‘Universidad y Empleo: competencias, ocupaciones y formación dual’. En torno a este último tema se ha centrado el trabajo titulado “La formación dual en postgrado”, firmado por la consultora EY Insights y que aporta una comparativa entre el sistema español y el europeo, así como las claves para su despliegue en nuestro país.
La secretaria general de Universidades, Rosa M. Ríos, ha introducido el trabajo, destacando la formación dual como una nueva herramienta para favorecer el contacto entre empresas y universidad, “una práctica educativa aún en una fase muy incipiente” pero en alza en España, con la UNIA como pionera en Andalucía.
Juan Pablo Riesgo ha sido el encargado de presentar los resultados del estudio, que reflejan cómo las prácticas externas incrementan en hasta 4 puntos la opción de encontrar un primer empleo antes de los 6 primeros meses tras finalizar los estudios. Del mismo modo, complementar la formación académica en empresas reduce casi 8 puntos la probabilidad de estar desempleado a los 4 años de acabar el grado universitario.
Estos indicadores conectan con un contexto laboral, donde el desempleo juvenil tiene una tasa del 35% y donde el 21,7% de los empleos está en riesgo de desaparición por la robotización. “La digitalización está afectando a muchos puestos de trabajo, donde más de 1 de cada 3 empleos experimentará cambios sustanciales en sus tareas, por lo que hay que adaptar las competencias de los trabajadores”.
Junto a la panorámica sobre la formación dual, el estudio apunta seis propuestas para su desarrollo en el postgrado. Analizar la dimensión de su alcance sería el primer aspecto a considerar, puesto que “no todo puede ser dual, ya que ni el sistema educativo ni el empresarial lo podría soportar”.
Para la implicación del tejido productivo sería fundamental la creación de incentivos que anime a asumir el esfuerzo, la divulgación de sus beneficios, así como adaptar la legislación laboral a un contrato laboral en formación acorde con el modelo dual. La formación del profesorado en la empresa y la universidad, además de la planificación de las competencias, serían los otros aspectos a asumir.
Competencias laborales
En colaboración con ISEAK, los Observatorios UNIA realizan una aproximación a las competencias, ocupaciones y la inserción laboral de los universitarios, que ha estado introducido por el viceconsejero de Empleo, Formación y Trabajo Autónomo, Miguel Ángel García. En este sentido, ha defendido “la formación y la investigación” como las mejores herramientas para atender el reto que supone “un mayor nivel de competitividad con más países que, en el uso legítimo de sus inquietudes, también quieren progresar en el mundo”.
Sobre ello, uno de los principales productos del estudio es un ranking de las aptitudes más valoradas en el mercado de trabajo español, donde el manejo de la información destaca tanto de manera específica, como transversal a las distintas ocupaciones.
Con ello, el análisis de datos, la recopilación de información y la ejecución de investigaciones conforme a ellos son tres de las facetas que mejor favorecerán la empleabilidad, por ser de gran interés en del desempeño profesional.
Junto a ellas, además, destacan otros dos grupos de competencias. Por un lado, la comunicación, la colaboración y la creatividad, a través de aplicaciones como el desarrollo de redes profesionales, la coordinación de proyectos o la capacidad de prestar asesoramiento. De otro lado estarían las habilidades de gestión, donde destacan planificar, programar, desarrollar objetivos o estrategias, así como guiar o motivar.
Lucía Gorjón, coautora del trabajo junto a Ainhoa Osés y Sara de la Rica, ha subrayado que “se demanda sobre todo competencias cognitivas, ni manuales ni rutinarias. Son muy humanas y difícilmente automatizables, complementarias al avance tecnológico, con lo cual son buenas noticias para el colectivo universitario, si bien es importante que se refuercen desde la formación superior”.
Así, el informe apunta que en la mayoría de las ocupaciones a las que acceden los graduados universitarios se requieren las competencias más demandadas. Algo que adquiere una magnitud mayor en las áreas de estudio mejor alineadas con el empleo, como son las ingenierías, la arquitectura, las ramas de la salud y las ciencias biológicas.