Siguen los avances en base a los sucesos acaecidos en los últimos meses en Matalascañas. La Guardia Civil ha detenido a una sexta persona relacionada con los 93 robos. Una detención pendiente, tras los cinco arrestos del pasado mes de junio. A tres de ellos, también se les imputa un presunto delito de tráfico de drogas.
El dispositivo comenzó tras producirse un incremento considerable en los robos perpetrados desde el pasado invierno en viviendas y establecimientos hosteleros en la localidad costera que levantaron gran alarma social, por lo que la Guardia Civil intensificó la vigilancia de las zonas afectadas y aumentó el número de patrullas uniformadas y de agentes de paisano.
Los autores aprovechaban la ausencia de los inquilinos en las viviendas, ya que en la mayoría de los casos, los domicilios solamente están ocupados durante la temporada estival como residencia de verano. De ahí, la cierta alarma social despertada, demandando mayor control de vigilancia, independientemente del mes del año.
El ‘modus operandi’ en los robos era idéntico: aprovechaban las horas nocturnas para no ser vistos y forzaban rejas, ventanas o puertas por medio de algún tipo de palanca para acceder al interior de las viviendas y una vez dentro sustraían todo tipo de enseres, menaje de cocina, electrodomésticos y artículos electrónicos, del tipo, televisores, tablets y móviles.
Tras investigaciones y con la ayuda de algunos testigos que aportaron pistas sobre personas que les resultaron sospechosas en algunos de los lugares donde se cometieron los robos, los agentes identificaron a un grupo de personas que pudieran estar relacionados con éstos, por lo que se solicitó al juzgado de la Palma del Condado la entrada y registro en sus domicilios para poder comprobar si los efectos robados podrían encontrarse en sus viviendas.
En total se realizaron ocho registros domiciliarios durante los días 7 y 8 de junio en Matalascañas, Almonte y El Rocío, siendo localizados una gran cantidad de objetos sustraídos. Algunos de estos objetos ya han sido devueltos a sus dueños.
También se intervino una planta de marihuana y una bolsa con, aproximadamente, un kilo de, supuestamente, metanfetaminas a la espera de su análisis definitivo por el laboratorio.
Los detenidos en su mayoría pertenecen a un mismo núcleo familiar y tenían estructurado cada uno sus funciones. Mientras unos perpetraban los robos, otros ejercían las labores de vigilancia para evitar ser descubiertos, así como el transporte de los efectos hurtados.