Sin su tradicional ráfaga y media luna luce ahora el monumento a las abuelas almonteñas. En una de las madrugadas anteriores al 31 de diciembre, alguien les robó ambos enseres.
No es el primer robo de elementos públicos que Almonte ha sufrido en 2017, aunque sí uno de los más emblemáticos por el valor simbólico de las imágenes.
Los materiales de los enseres robados coinciden. Así, han sido objeto de estos delitos el cableado municipal, sin olvidar la treintena de floreros de bronce desaparecidos del cementerio.
Desde el ayuntamiento aseguran que es necesario estar atentos y piden la colaboración de los vecinos para que avisen al 062 en caso de ver algún acto extraño.
Ahora, el asunto está en manos de las fuerzas de seguridad quienes trabajan en descubrir al autor de estos robos y vislumbrar si se trata de actos vandálicos puntuales o de una banda organizada.