Huelva hoy tiene una luz triste. Nunca un Jueves de Rocío se apagó tan pronto. En las caras hoy no se reflejaba la alegría y el color que tiene esta hermandad camino del Rocío. Este año, el simpecado llegó a las manos de la hermana mayor para llegar a su carroza, pero no para partir hasta la aldea, sino para recibir a todos los rocieros de Huelva que iban a su encuentro. A las nueve de la mañana daba comienzo la misa de romeros de este Rocío de Luz que nos volvía a dejar hoy estampas para la historia.
Lágrimas, emoción y la resignación de todo un pueblo que veía frustrada su semana más esperada.
Con la salve la tierra tembló y Huelva se encogió para mirar a ese horizonte que cuando llega la primavera tiene por destino. Habrá que esperar un año para que el simpecado emprenda junto a miles de peregrinos el camino más hermoso del mundo, el de Huelva hacia el Rocío.