La Junta de Andalucía ha respondido a las peticiones de los agricultores y ha aumentado en cuatrocientas setenta y cuatro hectáreas la superficie regable en la Corona Norte de Doñana. Asimismo, las explotaciones agrarias que se quedan fuera deberán restaurar su suelo y cerras los pozos.
La Consejería de Medio Ambiente de la Junta ha elevado a nueve mil ochocientas hectáreas la superficie de riego de la Corona Norte de Doñana. Una petición que hacían los agricultores ya que el anterior Plan impedía disfrutar de derechos de riego y obligaba a desmantelar los cultivos de primor que producen.
Se incluyen así cuatrocientas setenta y cuatro hectáreas que las cooperativas estaban dispuestas a litigar ya que entendían su regularización al encontrarse en producción con anterioridad al Plan de Ordenación Territorial del Ámbito de Doñana.
El consejero de Medio Ambiente, José Fiscal, que mantuvo un encuentro con los socialistas onubenses, avanzó «que el plan representa la mayor garantía para la preservación de los recursos naturales de Doñana».
Empresas y cooperativas presentaron en su día más de tres mil ochocientas alegaciones. Las que han recibido una contestación negativa tendrán que restaurar el suelo a su estado originario y cerrar los pozos abiertos.