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La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural ha abierto al marisqueo de la coquina la zona de producción de la Barra del Terrón (también de la cañaílla) y ha autorizado la captura y comercialización de la chirla en las aguas de Punta Umbría, Matalascañas y el espacio marítimo de Doñana. La medida se ha decretado después de que los continuos análisis que realiza el Laboratorio de Control de Calidad de los Recursos Pesqueros de Cartaya hayan constatado la desaparición de la biotoxina DSP en los ejemplares de estas especies procedentes de estos puntos del litoral onubense y, en consecuencia, la ausencia de riesgos para la salud por su consumo.
La extracción de la chirla, por tanto, está autorizada en toda la costa de Huelva (también tiene luz verde en Isla Canela y Mazagón), salvo en la Barra del Terrón, donde se mantiene prohibida por la presencia de la biotoxina DSP. En el caso de la coquina sí permanece cerrado por la misma circunstancia el resto del caladero (Isla Canela, la Desembocadura del Piedras, Punta Umbría, Mazagón, Matalascañas y la Zona Marítima de Doñana), aunque, al menos, como ha expresado la delegada territorial de Agricultura, Pesca y Medio Ambiente, Josefa González Bayo, el sector ya puede volver a la actividad en la Barra del Terrón, “como ocurrirá en el resto de enclaves en cuanto se constate que la ingesta de este producto no entraña ningún peligro para la ciudadanía”. De igual modo, también es viable en estos momentos la actividad en las Marismas del Guadiana-Carreras, el río Carreras y las Marismas del Piedras, en cuyas aguas se pueden capturar especies como las almejas fina y japonesa, el berberecho y la navaja-muergo.
La Consejería de Agricultura, Pesca y Desarrollo Rural recuerda, en este sentido, que el cierre preventivo de los caladeros cuando se detectan valores superiores a los establecidos legalmente se enmarca dentro del Programa de Control y Seguimiento de las Condiciones Sanitarias en las Zonas de Producción de moluscos bivalvos, gasterópodos y equinodermos del litoral andaluz. El objetivo, en palabras de la delegada territorial, Josefa González Bayo, no es otro que la protección de la salud pública y garantizar la calidad sanitaria de los productos pesqueros.
En la misma línea, desde este departamento de la Junta de Andalucía se incide en que el marisqueo sin licencia está prohibido en cualquier momento y conlleva una sanción de carácter “grave”, calificación que en el caso de que la actividad se desarrolle en una zona de producción cerrada por motivos sanitarios se eleva a “muy grave”. Las sanciones por el incumplimiento de estas prohibiciones pueden oscilar entre los 301 y los 60.000 euros para las personas que capturen moluscos bivalvos sin autorización (sanciones graves) y entre los 60.001 y los 300.000 euros para quienes desarrollen esta actividad en un caladero cerrado por la presencia de toxinas (sanción muy grave).
