La Comisión Territorial de Ordenación del Territorio y Urbanismo (CTOTU) de la Junta ha aprobado el Plan General de Ordenación Urbanística (PGOU) del municipio onubense de Villarrasa. El Plan General, después de una larga y ardua tramitación que empezó en 2007 y que ha supuesto cinco aprobaciones provisionales, cuenta con el visto bueno de las administraciones sectoriales, entre ella la ambiental, y ha sido aprobado por unanimidad de todos los miembros de la CTOTU. Una vez que el Ayuntamiento realice una serie de correcciones de escasa entidad, se procederá a su registro, publicación y entrada en vigor.
El PGOU de Villarrasa ordena todo el término municipal de Villarrasa y sustituye a una Adaptación Parcial a PGOU de las normas subsidiarias del año 1993. El Plan está adaptado al Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA), su crecimiento poblacional es del 22,45 por ciento, cuando el citado Plan para municipios de éste tipo prevé un incremento máximo del 50 por ciento, y su crecimiento superficial es del 24,95 por ciento, cuando el crecimiento máximo es del 40 por ciento.
Entre los objetivos del Plan destaca que propone un modelo territorial coherente con las distintas afecciones territoriales, en materia ambiental, patrimonial, hidráulica, etc. para su uso y su disfrute acorde con los valores por los cuales se protegen. Plantea el crecimiento del núcleo principal de Villarrasa, proponiendo en los vacíos urbanos y en los bordes de la ciudad consolidada una serie de actuaciones en diversas áreas y sectores, tanto para paliar la carencia de viviendas de uso residencial, entre las que se encuentran las viviendas protegidas y los usos industriales y terciarios a nivel local. Además, se ordenan los actuales bordes de la ciudad y en especial en su contacto con la línea del ferrocarril Huelva-Sevilla, que discurre en las inmediaciones del núcleo urbano.
Como consecuencia de lo anterior el núcleo urbano, de 51,45 hectáreas actuales se incrementa, en 5,4 hectáreas correspondiendo a las áreas y sectores en suelo urbano no consolidado donde se prevé la construcción en ocho años de 205 viviendas en Áreas y Sectores del Suelo Urbano No Consolidado para resolver la carencia de viviendas protegidas en el municipio. De ellas, 80 viviendas serán de protección pública. Y, en el suelo urbanizable, prevé otras 201 viviendas de las que 75 serán de protección pública, cumpliendo los estándares marcados por la LOUA en el que se indica que el 30 por ciento de la edificabilidad residencial será con destino a viviendas protegidas. Con lo cual, en el horizonte del Plan se prevé la construcción de 155 viviendas protegidas.
Asimismo, el PGOU corrige las carencias de dotaciones a escala municipal y, sobre todo, el déficit de espacios libres. En el Plan vigente la ratio de espacio libre es de 7,31 m2s/habitantes, con el nuevo Plan se incrementa a 10,32 m2s/habitantes, computando sólo los espacios libres de los suelos urbanos y urbanizables. Este ratio sube hasta los 30,42 m2s/habitantes si se incluyen los espacios lúdicos previstos en los suelos no urbanizables.
Además, se aprovecha la oportunidad de la localización del municipio próximo a la autovía A-49, clasificando suelo para actividades de logística y distribución debido a las sinergias que provoca ese corredor de alta velocidad que atraviesa el municipio. El sector denominado SUI-1 tiene una superficie de 60,18 hectáreas y se ordenará mediante un Plan Parcial.
Otro de los problemas que resuelve el Plan es la creación de nuevos suelos para usos agropecuarios, alejados de la trama urbana con una superficie de dos hectáreas y clasificada como suelo urbanizable, mientras que establece las zonas de protección en torno al río Tinto para salvaguardar su singularidad ambiental y paisajística, estableciéndose las distintas condiciones de uso que permitan un equilibrio entre actividades lúdicas y económicas. El PGOU pone en valor la singularidad paisajística del Tinto y los molinos harineros como hitos arquitectónicos a lo largo del cauce y articula la demanda externa de actividades turísticas y deportivas.
Impulso a los PGOU
Desde diciembre de 2018 (principio de la legislatura) a octubre de 2020 se han incrementado los municipios de cuentan con PGOU, habiéndose disminuido los que tenían vigente las antiguas normas subsidiarias, delimitaciones de suelo urbano o no contaban con planeamiento general. Así se han pasado de 239 PGOU en 2018 a los 252 PGOU actuales, incluyendo el de Villarrasa.
En 2019 fueron seis los municipios a los que se les ha aprobado definitivamente su PGOU: Taberno (Almería), Villamartín (Cádiz), Frailes (Jaén), Ardales, Jimena de Líbar y Macharaviaya (Málaga.). En 2020 se han aprobado hasta la fecha otros tres PGOU más: Benitagla (Almería), Archidona (Málaga) y ahora Villarrasa (Huelva).
La complejidad de la normativa, de la tramitación urbanística y sectorial, se ha identificado como la principal causa del retraso de la tramitación de los PGOU. Y esta complejidad ha ido en aumento, de tal forma que mientras que en 2010 entre la aprobación inicial y la definitiva pasaban una media de cuatro años, en 2015 pasó a 6,5 años, y con el anterior gobierno andaluz socialista era más de 11 años. Si contamos desde la aprobación del avance el tiempo total de tramitación supera ampliamente los 12-13 años (como ha sido el caso del PGOU de Villarrasa), “lo que no es admisible”, según ha afirmado la consejera de Fomento, Infraestructura y Ordenación del Territorio, Marifrán Carazo.
La consejera ha explicado que el nuevo anteproyecto de la Ley de Impulso para la Sostenibilidad del Territorio de Andalucía (LISTA), que se está tramitando, tiene entre sus objetivos la simplificación de la tramitación de los distintos instrumentos de ordenación urbanística que den respuesta, en tiempo razonable, a las distintas iniciativas e inversiones que puedan plantearse en los municipios andaluces.