El secretario general de Agricultura ha participado en el VI Congreso de la Patata Nueva de España celebrado esta semana en Sevilla.
Reclama al Estado un aumento de controles en frontera para garantizar la sanidad vegetal en un territorio que concentra el 42% de la patata temprana nacional
El secretario general de Agricultura, Ganadería y Alimentación, Manuel Gómez, ha subrayado que “el sector de la patata de Andalucía se caracteriza por tener un alto grado de profesionalidad” y ha recordado que esta comunidad autónoma supera las 300.000 toneladas de patatas obtenidas en unas 10.000 hectáreas de cultivo. “Otras banderas de la patata andaluza son su calidad y su precocidad, ya que son los primeras que llegan frescas a los mercados europeos”, ha comentado Gómez, apuntando que “el 42% de la patata temprana de España se produce en Andalucía”.
El representante de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural participó ayer en la clausura del VI Congreso de la Patata Nueva de España, organizado en Sevilla por la Asociación de Empresas Productoras y Exportadoras de Frutas y Hortalizas, Frutos Secos, Flores y Plantas de Andalucía (Asociafruit) y la Federación Española de Asociaciones de Productores Exportadores de Frutas, Hortalizas, Flores y Plantas Vivas (Fepex). Este encuentro ha reunido en la capital andaluza a unos 150 profesionales del sector y a representantes de instituciones de ámbito regional y nacional.
En su intervención, Manuel Gómez ha comentado que uno de los principales desafíos del sector de la patata española en general, y andaluza en particular, es la competencia de otras zonas productoras. “Nuestros agricultores merecen jugar en el mercado internacional en igualdad de condiciones que los productores de terceros países”, ha recalcado el secretario general, haciendo especialmente hincapié en el caso de Egipto. Al respecto, ha lamentado que este país “está incrementando su superficie de cultivo en los últimos tiempos” y ha reclamado al Estado “un aumento de los controles en los Puntos de Inspección Fronterizos (PIF) para poder asegurar la buena condición sanitaria de las patatas que se importan a España”. “Además, estos controles más exhaustivos contribuirían también a poder desenmascarar posibles fraudes en trazabilidad y a garantizar que la obtención de los tubérculos se lleva a cabo con las mismas exigencias fitosanitarias que se aplican en Europa”, ha apuntado.
Por otro lado, el secretario general se ha referido también en su discurso al “importante papel que ejercen los profesionales de la sanidad vegetal para asegurar el buen estado de los cultivos mediante las prospecciones que se realizan en las fincas, una toma de muestras que es vital para evitar la posible propagación de plagas”. “Asimismo, también es indispensable continuar trabajando en investigación para encontrar vías que ayuden a acabar con el ‘Gusano de Alambre’, que es actualmente la principal plaga de la patata”, ha comentado Gómez.