El delegado territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, Pedro Yórquez, ha participado en una suelta de perdices silvestres en la finca ‘El Calamón’, propiedad de la empresa forestal Ence Energía y Celulosa y ubicada en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche, en el término municipal de Santa Olalla del Cala.
La acción forma parte del Convenio de Mejora de Biodiversidad a través del que colaboran desde 2022 la Junta de Andalucía y esta firma, representada en la suelta por el director de Operaciones Forestales del Patrimonio Sur, Miguel Ángel Cogolludo. También ha asistido el director gerente de la Agencia de medio Ambiente y Agua (AMAYA) en Andalucía, Javier de Torre.
La suelta responde a criterios técnicos por la presencia de una pareja reproductora de águila imperial en la finca. “La existencia de estos ejemplares en la zona es una noticia muy positiva para la conservación de esta especie en peligro de extinción, ya que es la primera que se detecta en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche”, ha indicado Pedro Yórquez. Este hito “supone un importante aliciente” porque se localiza en finca de propiedad privada, gestionada por Ence para la actividad cinegética por cazadores locales de Santa Olalla del Cala y para otros aprovechamientos forestales sostenibles. “Es un ejemplo de implicación de particulares en la conservación de especies protegidas”, ha añadido el delegado territorial.
Para Miguel Ángel Cogolludo, “este acuerdo es una muestra por un lado de la exigente política de sostenibilidad forestal de la compañía, pero también de la disponibilidad de la empresa desde siempre para colaborar con el cuidado de la biodiversidad”. “Se hace patente en las zonas donde operamos y que supone la coordinación de los trabajos de gestión y aprovechamiento”, ha apostillado el director de Operaciones Forestales de Ence en el Sur.
La perdiz silvestre es un elemento fundamental en la dieta del águila imperial y, por esta razón, la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul programa estas sueltas de perdices procedentes de Estación de Referencia de
Lugar Nuevo en Jaén.
La disminución generalizada del conejo de monte a finales de los años 80 y posteriores décadas a causa de diferentes cepas de la denominada enfermedad hemorrágica vírica (EHV)- afectó de manera negativa a la productividad de los territorios tradicionales de águila imperial.
“Es de vital importancia realizar una gestión adecuada en las fincas que redunde en la mejora de las poblaciones de conejo y de perdiz”, ha remarcado el representante de la Junta de Andalucía. En las zonas donde el conejo de monte ha desaparecido o es escaso, el águila imperial ha tenido que diversificar sus presas, alimentándose de diferentes especies de córvidos, carroña, reptiles, palomas y perdices. En este sentido, con el Plan de Recuperación del Águila Imperial se fomenta las poblaciones de perdiz en fincas donde esta rapaz nidifica, con el fin de incrementar la productividad de estos territorios. Para ello se firman convenios de colaboración entre determinadas fincas privadas y la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul, una de cuyas medidas es la liberación de perdices.
Perdices con control sanitario
Las perdices de la Estación de Referencia de la propia Consejería tienen una calidad genética y sanitaria garantizada. Se liberan ejemplares juveniles de perdiz producidos en la misma temporada reproductora. El número de perdices a liberar depende de la disponibilidad de las mismas en la Estación de Referencia y de la extensión de la finca donde se liberan. Las sueltas se realizan en septiembre y octubre directamente en el medio pero se le facilitan puntos provistos de comedero y bebedero. “Dado que la procedencia de las perdices está garantiza, estas liberaciones no generan en ningún caso efectos negativos sobre las poblaciones naturales de perdices, todo lo contrario”, ha advertido Pedro Yórquez.
Las perdices que se sueltan pueden desplazarse hasta cuatro kilómetros del lugar de liberación, habiéndose comprobado que se integran en los bandos de perdices locales, y por lectura de anillas de color se ha constatado también la supervivencia de perdices liberadas dos años antes.