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No pudo ser. El pueblo de Lucena, fiel a su tradición, acudía este pasado miércoles puntual a las 15.30 horas para sacar en procesión a su patrón, San Vicente. La lluvia no cesaba en esos instantes, incluso en algunos momentos apretaba con fuerza. La Hermandad del patrón dejó en manos del pueblo la decisión de salir a la calle, lo que se pudo realizar por unos minutos, pero la previsión de no dejar de llover durante toda la tarde, como así sucedió, provocó que inmediatamente, el santo volviera a su templo.
Para el presidente de la Hermandad, Vicente Garrochena, ha sido una «decisión muy dura» a la vez que agradece a su pueblo que lo haya entendido: «es una imagen muy antigua y hay que mirar por ella y por los costaleros».
Lágrimas en todos los luceneros que llegaron hasta la parroquia para ofrecer sus flores al patrón al no poder recibirlo en sus casas. Y es que, desde 1955 no se tenía constancia de la suspensión de esta procesión por la meteorología, ya que solía ser colocado un capote protector. Pero el estado de conservación de la imagen y la preocupación por el cuerpo de cargadores obligaron a tomar esta decisión. Ya lo manifestaba Manoli Regidor, devota del santo: «desde la función de iglesia sabíamos que no iba a salir, pero él lo ha querido así, y él une a todo el pueblo».
No está todo perdido, pues en el mes de febrero podría producirse una salida extraordinaria de San Vicente por las calles del municipio, y así quitar el mal sabor de boca a los devotos. No está definida la fecha de la procesión, aunque el aniversario de esta concesión papal tendrá lugar el 15 de febrero, siendo esta una de las jornadas que se barajan para, finalmente, ver al santo, de nuevo por las calles de Lucena.
