La Casa Club de Islantilla Golf Resort reunió anoche a casi 500 personas, que acudieron a disfrutar de un cartel de artistas de lujo mientras apoyaban una causa tan importante como es la batalla contra el cáncer.
La actriz Eloína Marcos condujo brillantemente un evento al que acudía por primera vez. Acostumbrados a verla en series como “El Príncipe” o “Allí abajo”, los asistentes disfrutaron de su frescura y su sentido del humor, e incluso demostró que como cantante también podría ganarse la vida.
Las actuaciones empezaron con un grande de las sevillanas: El Mani. Temas míticos como “Ay que te como” o “Candela” levantaron al personal de su silla, formándose numerosas parejas de baile; la segunda en subir al escenario fue Marina, un torbellino de arte jerezano, que a pesar de sus 20 años tiene tablas de sobra en este disputado mundo. Tras ella, Consuelo Barroso, la elegancia de la rumba sevillana, que volvió a cautivarnos con canciones como “Mi vida privada”.
Y llegaron ellos. Marcos y Jaime, Jaime y Marcos. De apellido, Soto, y de nombre artístico, “Mi hermano y yo”. Desparpajo convertido, como diría luego su padre, en una brillante poca vergüenza que conquistó a los asistentes, siendo ellos mismos los encargados de presentar a José Manuel Soto. El sevillano arrancó con temas clásicos, como “Tú serás mi amanecer”, pero el público no tenía intención de marcharse sin oír su éxito más universal: “Por ella”. Después de los Soto, cambio de tercio con la ex concursante de Operación Triunfo Nuria Fergó, y para cerrar, Otra ex concursante, en este caso del programa “Se llama copla”: Erika Leiva. Un portento de voz y de arte que puso en pie a más de uno.
Para finalizar, como ya sucediese en la última edición, un fin de fiesta antológico con todos los artistas subidos en el escenario cantando y bailando para disfrute del medio millar de personas. Inolvidable.