La Nochevieja de este 2021 ha sido más parecida a las anteriores a la pandemia. De hecho, se ha notado mucho en lugares como la aldea del Rocío y la playa de Matalascañas. Ambos escenarios han sido escogidos por muchas personas para dar la bienvenida al 2022. Y la concurrencia era de esperar, ya que no se ha dictado ninguna restricción ni de movilidad ni de aforos.
En ese sentido, la propia concejalía del Rocío del consistorio almonteño había publicado un bando en el que establecía recomendaciones para que se respetara la “preservación de la cultura, tradición y medio ambiente”, así como las normas circulatorias y la prohibición de aparcar en algunas vías de la aldea.
Además de eso, las recomendaciones sanitarias para prevenir un aumento de contagios protagonizaban este edicto, aunque, como era de esperar, se sucedieron muchas celebraciones en casas particulares, al igual que en el núcleo costero.
A pesar de ello, no ha habido ningún incidente de gravedad que se deba reseñar, y desde las autoridades locales confían en que esta afluencia no tenga ninguna repercusión en la incidencia de la pandemia, además de seguir pidiendo prudencia y responsabilidad cuando se acerca el día de la salida de la cabalgata de Reyes Magos.