Las calles de La Palma del Condado han vuelto a derramar papelillos y serpentinas, sonidos de tambores y cajas, y disfraces que coloreaban el ambiente.
Siete cabalgatas, una charanga y mucha marcha han abierto el fin de semana carnavalero en un desfile infantil que comienza a convertirse en tradición.
El desfile de adultos ha vuelto a sorprender por los grupos de baile que amenizaban la cabeza del mismo, así como por la participación de cada vez más vecinos que se van sumando.
Y es que lo más importante es animarse y participar en esta fiesta que nace del pueblo. Además de hacer partícipe a los más pequeños que son los que crean cantera permitiendo que esta fiesta perviva entre risas. Así que a colorearse las mejillas y ¡qué viva el carnaval!