Por Un intenso fin de semana es el que han vivido en La Palma del Condado, sobre todo, los piomperos, es decir, los devotos de la Cruz de la Calle Sevilla. Desde el viernes al domingo celebraron los principales actos de sus fiestas entre los que destacaron el romerito, por su colorido y alegría, y la procesión de la Santa Cruz el domingo, por su solemnidad y por la emoción que provocaba a su paso.
Eran las seis y media de la tarde cuando la comitiva de caballos, manolas, charrés carretones, carros y carrozas que conformaban el romerito iniciaban su recorrido por las calles de La Palma del Condado. Un cortejo que abría el burro con el romero, al que acompañaban los sones de Carmelo el tamborilero.
Además de las sevillanas que cantaban los participantes en el romerito, la música también vino de la mano de las bandas de música de los municipios de La Palma del Condado y de Guillena que acompañaban las seis carrozas obras de Manuel Ligero y su equipo de colaboradores. Dedicadas a motivos alegóricos y de fantasía, este año no faltó el centenario de La Palma Club de Fútbol en el que vive inmersa la localidad.
Tras una intensa tarde de sábado, que se prolongó hasta la madrugada, los piomperos tuvieron poco tiempo para descansar. Tras un pasacalles realizado por la Banda Municipal de Música de la localidad, se inició el traslado de la Santa Cruz desde su capilla hasta la iglesia Parroquial donde se celebraría la Solemne función principal de instituto.
A su término, la Cruz de la Calle Sevilla salió en procesión por las calles de La Palma acompañada por la Banda de Cornetas y Tambores Nuestra Señora del Sol, de Sevilla, y de la Sociedad Filarmónica Nuestra Señora del Carmen de Salteras.
