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Eran las 1.00 horas de la madrugada del 16 de agosto, cuando el reloj de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista anunciaba que la Virgen del Valle ya estaba en el dintel de la puerta. Y ante la mirada oscura de todos los palmerinos y visitantes, el cielo se iluminó con un maravilloso espectaculo de fuegos artificiales, donde la protagonista de la noche, quedaría iluminada por más de doscientos cohetes de diversos colores y formas.
Como es tradición, la Virgen del Valle iba acompañada por todos sus devotos y por su grupo de campanilleros que «le rezaban cantando», además tras ella se encontraba la banda de música Nuestra Señora de las Mercedes del municipio vecino de Bollullos par del Condado.
Fueron muchos los vecinos y hermandades los que esperaron a la patrona en sus casas, hasta que llegó a una de las calles más especiales de todo el itinerario, la calle que lleva su nombre, donde sucedió el milagro.
Numerosos fueron los recuerdos que se agolparon hasta altas horas de la mañana cuando ya la Virgen volvió a la Iglesia Parroquial, la cual dejará el último fin de semana de agosto para volver a su casa.
Una vuelta que será esperada también para muchos porque paseará de nuevo por calles del pueblo que no visitaba desde hace más de siete años.
