El Grupo Azahara de Comunicaciones, a través de Condavisión, Canalcosta y Teleonuba, ha sido testigo, en directo, de cómo los hombres de la Virgen han abrazado a la madre y patrona almonteña, en la madrugada del domingo al lunes de Pentecostés, tras el Rosario de hermandades que ha tenido lugar en la Plaza Doñana de la aldea marismeña.
Un momentos que, sin lugar a dudas, a vuelto a dibujar un horizonte lleno de recuerdos y de instantes como estos: el salto a la reja se producía a las 3:13 de la madrugada, y, de nuevo, el bullicio y el encuentro con el simpecado de Almonte marcaban el inicio de lo que auguraba ser una de las noches más esperadas y largas del año.
Una nueva ocasión de ver a la Virgen del Rocío en la compaña de su pueblo, tras dos largos años de espera como consecuencia de la pandemia de coronavirus. Pero la dulce espera se ha visto interrumpida tan solo 3 horas y 7 minutos más tarde. Cuando, de forma repentina, la Virgen del Rocío tuvo que regresar a su Santuario.
Una imagen como pocas, que se ha producido a las 06,20 horas de este lunes de Pentecostés. El motivo: La rotura de uno de los bancos de su paso. El suceso tuvo lugar antes de llegar a la Hermandad de Triana. La Virgen había visitado hasta entonces a una veintena de simpecados.
Tras dicho incidente, la Hermandad Matriz de Almonte decidió el regreso de la Virgen a su ermita, lo que ha sido respetado por la multitud que la ha acompañado de vuelta en medio de continuos aplausos y vivas.
Un momento que se vuelve a escribir en la historia de esta multitudinaria romería y que ha dejado con la miel en los labios a millones de romeros que estaban dispuestos a seguir disfrutando de este esperado momento.
Una vez en su altar, pasadas las seis y cuarto de la mañana, el resto de filiales han procesionado hasta el Santuario, dónde han manifestado al Presidente su testimonio de solidaridad por lo acontecido, llevándose a cabo en su interior el encuentro con la Blanca Paloma, finalizado con el rezo de la Salve.
Ha sido, por tanto, la procesión más corta de la historia reciente en un Lunes de Pentecostés. En esta ocasión, en el tercer domingo consecutivo en el que la Señora ha sido la protagonista de los actos y cultos de Almonte, después de la procesión por las calles de la localidad y su posterior traslado.
Ahora y con el camino de vuelta de las hermandades iniciado, solo queda tachar jornadas en el calendario para volver a vivir el encuentro entre la Blanca Paloma y su pueblo.